Neves invita a derrotados a apoyar su candidatura en segunda vuelta en Brasil

Aécio Neves, líder de la oposición brasileña. Foto de Archivo, La República.

El senador socialdemócrata Aécio Neves, segundo candidato más votado en los comicios presidenciales de hoy en Brasil, invitó a los partidos derrotados a apoyar su candidatura con vistas a la segunda vuelta, el 26 de octubre, en la que se medirá a la presidenta y candidata del PT, Dilma Rousseff.

«Todos los que puedan dar contribución son bienvenidos. El nuestro no es un proyecto de un partido sino de todos los brasileños que quieren ver al país crecer», afirmó Neves en una rueda de prensa que concedió tras la divulgación del 97,98 % del escrutinio.

Pese a que no citó directamente a la ecologista Marina Silva, tercera más votada en las elecciones, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) se refirió explícitamente a la formación que postuló a la exministra de Medio Ambiente entre las fuerzas con las que espera aliarse para la segunda vuelta.

«Confío en la unión con todos los partidos que creen en el cambio. Nuestro proyecto es generoso. Todos los que quieran sumarse son bienvenidos», agregó al ser interrogado sobre si buscaría un acuerdo con los dirigentes del Partido Socialista Brasileño (PSB) y tras negar que ya haya acordado un encuentro.

Neves aprovechó el pronunciamiento para rendir un homenaje a su «amigo» Eduardo Campos, el principal líder del PSB y que era el candidato de esa formación antes de morir en un accidente aéreo junto a otras seis personas el 13 de agosto pasado.

«Creo que si nos juntamos podremos transformar sus ideales (de Campos) en realidad. Es hora de unir las fuerzas», afirmó Neves al dirigirse a los dirigentes del PSB, el partido que postuló a Marina Silva como su candidata en sustitución de Eduardo Campos.

Neves, de 54 años, fue gobernador del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país. Superó de manera sorpresiva a la ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que hace tan sólo hace cuatro semanas tenía una ventaja de dos dígitos sobre el primero y parecía que se podría alzar con la presidencia del país más grande de América Latina.

El candidato opositor del Partido de la Social Democracia Brasileña estaba tan desanimado que llegó a bromear hace unos días al decir que su teléfono ya no sonaba. «Ahora cargo con tres celulares», le dijo al periódico Folha de S. Paulo.

Descendiente de una tradicional familia de políticos, Neves es nieto del ex presidente electo Tancredo Neves, que fue el primer mandatario elegido democráticamente tras el régimen militar que terminó en 1985 y quien murió, sorpresivamente, un día antes de tomar juramentación de su cargo.

Neves fue gobernador de Minas Gerais durante dos mandatos hasta 2010 cuando dejo el cargo con un índice de aprobación de más del 90%. Se inició en la política como secretario particular de su abuelo a los 21 años. El domingo resaltó que esos lazos familiares que lo hicieron político.

«Lo que puedo decir, lo que me viene a la mente es lo que mi abuelo Tancredo dijo hace 30 años cuando ganó las elecciones a la presidencia de la república: ‘No debemos dispersarnos. Estamos a mitad del camino’. Y espero ser capaz de caminar al lado de cada brasileño que quiere un gobierno digno y eficiente», dijo en un comunicado.

«Quiero hacer esta caminata hasta el final y con todos los brasileños que quieren un gobierno digno y honrado», dijo.

Políticamente, Neves se sitúa en la centro-derecha, de línea liberal y ha centrado su campaña en atizar a Rousseff por los escándalos de corrupción en las empresas públicas brasileñas.

La idea de gobierno del socialdemócrata se inspira en el legado de su correligionario Fernando Henrique Cardoso, quien ocupó el cargo de presidente del país en dos mandatos consecutivos entre 1995 y 2002 y que es tildado de «neoliberal» por el Partido de los Trabajadores de Rousseff.

Neves prometió emular a Cardoso, que estabilizó la economía brasileña en un momento de grave crisis e hiperinflación, y se ha presentado como garante para impulsar el crecimiento del PIB, que está estancado, y controlar el alza de los precios.

El candidato opositor comenzó a forjar su carrera política en 1986, cuando asumió el primero de sus cuatro mandatos consecutivos como legislador en la Cámara de los Diputados, de la que fue elegido presidente en 2001.

En 2002, fue elegido gobernador de Minas Gerais con cerca del 60 % de los votos y en 2006 fue reelegido con un apoyo del 77 % del electorado.

En 2010 obtuvo un escaño en el Senado, mandato que todavía ostenta, con el respaldo de 7,5 millones de votantes.

Actualmente está casado en segundas nupcias con la modelo brasileña Leticia Weber, casi 20 años menor que el político socialdemócrata, con la que tiene una pareja de mellizos recién nacidos, Julia y Bernardo.

Neves tiene otra hija, Gabriela, de 23 años, fruto de su primer matrimonio, que duró nueve años con la abogada Andréa Falcão, y de la que se separó en 1998.

Después de su separación, se forjó su fama de mujeriego y de amante de la juerga, por las fiestas que daba en su casa frente a la playa de Ipanema de Río de Janeiro, un estigma que le ha costado ganar apoyos en sectores conservadores y religiosos.

Para ganar las elecciones, Neves podría necesitar conquistar el apoyo de parte de esos sectores, puesto que, según los sondeos, parte en desventaja con respecto a Rousseff.

Neves aseguró que ya a partir de mañana comenzará a trabajar en la campaña para la segunda vuelta y que en las tres semanas antes de las elecciones intensificará su trabajo en las regiones en las que no fue bien votado.

«Seguiré caminando por todo Brasil. Quiero tener más tiempo para discutir mi proyecto en el nordeste», dijo al referirse a la región del país en la que Rousseff obtuvo la mayor diferencia de votos frente a los demás candidatos.

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* Con reportes de EFE y AP.

Aecio Neves, candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña, hace el gesto de la victoria tras votar en Belo Horizonte, Brasil, el domingo 5 de octubre de 2014.  (AP foto/Eugenio Savio)
Aecio Neves, candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña, hace el gesto de la victoria tras votar en Belo Horizonte, Brasil, el domingo 5 de octubre de 2014. (AP foto/Eugenio Savio)

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