Santiago Posteguillo desvela los secretos de los clásicos de la literatura

Santiago Posteguillo.

Madrid, 8 oct (EFE).- Más de veinte años como profesor de literatura han enseñado al escritor Santiago Posteguillo que no hay nada mejor que una buena anécdota para atraer a los estudiantes hacia los clásicos, una experiencia que traslada a un libro para «revivir» a esos grandes autores revelando algunos de sus secretos.

«La sangre de los libros», editado por Planeta, es el título de esta recopilación de 30 relatos sobre los enigmas y anécdotas de algunos de los grandes de la literatura, desde Roma hasta la época contemporánea.

Un recorrido por la vida secreta de algunas de las obras más destacadas de la literatura universal, con el que pretende animar a los lectores a acercarse a esos «libros de biblioteca», explica en una entrevista con Efe Santiago Posteguillo (Valencia, España, 1967), el autor español de novela histórica más vendido.

Posteguillo establece en su libro un doble juego con el lector para mantener su intriga al no desvelar al principio de cada capítulo el nombre completo del literato protagonista. De esa forma, explica, el relato interesa tanto al que no sabe como al lector más avezado.

Virgilio, Víctor Hugo, Lope de Vega, Petrarca, Emilio Salgari, Lope de Vega o Pessoa son algunos de estos autores que «derramaron sangre real o metafórica», indica Posteguillo, que destaca casos como el de la escritora inglesa Charlotte Brontë, que trasladó su sufrimiento de un amor no correspondido y oculto a una de sus obras maestras, «Jane Eyre».

También rescata episodios como el suicidio de Emilio Salgari, un prolífico autor que, injustamente remunerado por sus editores, recurrió al haraquiri ante la imposibilidad de mantener a su numerosa familia. Su cuerpo fue encontrado en la nieve en un bosque un día después, sin que se volviera a saber nada de la obra que dejó sin publicar, «Il leone del Transvaal».

O la muerte del maestro del suspense Edgar Allan Poe, envuelta en el misterio tras ser encontrado agonizando en un parque por un desconocido, mientras repetía el nombre de «Reynolds» sin que nunca se supiera quién era ni cuál fue la causa de su fallecimiento.

Aunque pueden parecer casi «truculentas» estas historias, reconoce Posteguillo, atraen el interés de los lectores hacia estos escritores y sus obras.

Así, hace también un homenaje a Víctor Hugo y a cómo a través de la novela «Nuestra Señora de París» pudo persuadir de la importancia de preservar el pasado.

A Lope de Vega le describe como «un fenómeno de la pluma», a la vez que «una fuerza de la naturaleza», con una gran afición por las mujeres, y recupera algún episodio como el del arresto durante la representación de una de sus obras, porque se dedicó a componer versos que manchaban el honor del padre de su enamorada.

Una vida muy intensa la de Lope de Vega que, explica Posteguillo, «le transforma en un personaje de sus propias obras».

También relata la historia del primer «best-seller» español en Estados Unidos, «Los cuatro jinetes del apocalipsis», de Vicente Blasco Ibáñez, que se convirtió en una de las novelas más vendidas en 1919, según el New York Times.

Pero fue su origen lo más sorprendente, ya que se trataba de un encargo del presidente francés para animar a los Estados Unidos a que se aliara con Francia en la Primera Guerra Mundial.

¿Por qué Pushkin murió en un duelo, o Agatha Christie fue asesinada? Son otras de las preguntas que responde Posteguillo en «La sangre de los libros», un paréntesis en la escritura de su famosa trilogía histórica de Trajano.

Tras «Los asesinos del emperador» y «Circo Máximo», Posteguillo trabaja en el tercer y último volumen de la historia de este emperador, para cuya finalización, dice, le queda un año. EFE

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