Medio paraguayo recibe amenazas por cobertura del asesinato de periodista

Foto tomada de Diario ABC Color

Asunción, 19 oct (EFE).- El diario paraguayo ABC Color, donde trabajaba Pablo Medina, asesinado junto a sus asistente, Antonia Almada, ha sido amenazado para no cubrir las supuestas conexiones del crimen con un alcalde del partido gobernante del país, dijo hoy a Efe Mabel Rehnfeldt, directora de su edición digital.

Medina, de 53 años y conocido por sus investigaciones periodísticas sobre el tráfico de marihuana a gran escala en el noreste de Paraguay, fue asesinado el jueves junto a Almada, de 19, cuando viajaban en automóvil en una carretera del departamento de Canindeyú.

Rehnfeldt declaró que el sábado el diario recibió unas cinco llamadas telefónicas anónimas en las que se le instaba a no publicar nada relativo al «tema Ypehu».

Ypehu es el nombre de la localidad gobernada por el intendente Vilmar Acosta, del oficialista Partido Colorado, quien está siendo buscado por la policía por su presunta implicación en los asesinatos.

«Fueron llamadas cortas y pudimos identificar los números de algunas», dijo Rehnfeldt, quien añadió que las grabaciones fueron entregadas a la Fiscalía.

La Fiscalía emitió el sábado una orden de detención contra Vilmar Acosta y su hermano, Wilson Acosta, ambos en paradero desconocido.

Según un comunicado de Fiscalía, Wilson Acosta fue reconocido por testigos como uno de los autores de los asesinatos.

Agregó que esa misma noche dos de sus reporteros alojados en un hotel de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú, al que se adscribe Ypehu, advirtieron la llegada de supuestos narcotraficantes, quienes les intimidaron golpeando la puerta de sus habitaciones.

Tras comprobar con la recepción de que no se trataba de nadie del personal hostelero, llamaron a la sede del diario, desde donde se tramitó con la Fiscalía el envío de policía y el traslado de los dos comunicadores a otro hotel.

Trabajadores de ABC Color, así como de otros medios asuncenos, se manifestaron hoy frente a su sede para exigir justicia por las muertes de Medina y Almada, asesinatos que han sido atribuidos por el Gobierno paraguayo a las redes del narcotráfico.

Medina murió después de que dos personas vestidas con ropas de camuflaje interceptaron su automóvil y abrieron fuego cuando volvía de una cobertura.

Almada quien le acompañaba, recibió dos impactos de bala y falleció camino al hospital.

La única superviviente del atentado fue Juana Ruth Almada, hermana de la joven asesinada, que viajaba en el mismo vehículo.

ABC Color dijo en su número del viernes que Medina había recibido varias amenazas, algunas de las cuales llegaron del alcalde.

Para este lunes está previsto que el ministro de Interior, Francisco de Vargas, se entreviste con una representación de periodistas para estudiar el establecimiento de un protocolo de seguridad para los comunicadores que realizan su trabajo en Curuguaty.

El área, fronteriza con Brasil, es considerada una de las zonas de peligro para los periodistas que, como Medina, han denunciado a las mafias del narcotráfico y sus supuestas conexiones con los poderes políticos locales.

«Vamos a acabar de hacer el trabajo de Pablo y seguir hasta dar con los autores materiales e intelectuales de los asesinatos», dijo Rehnfeldt.

Paraguay es el mayor productor de marihuana de Sudamericana y la mayor parte se dirige a Brasil, según las autoridades.

Medina y Almada se unen a los 14 periodistas asesinados en Paraguay desde 1991, según el cómputo del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP). EFE

jm/cav

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