El Greco, de Toledo a Buenos Aires por el cuarto centenario de su muerte

BUENOS AIRES (ARGENTINA), 28/10/2014.- Una mujer observa la obra "Las lágrimas de San Pedro" hoy, martes 28 de octubre de 2014, en la muestra del artista El Greco en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires. La capital argentina se sumó hoy a los homenajes por el cuarto centenario de la muerte del Greco con una muestra centrada en tres de sus óleos renacentistas de temática religiosa, uno de ellos traído especialmente desde Toledo, la ciudad española donde desarrolló la mayor parte de su carrera. "Jesús en el huerto de los olivos", "Jesús con la Cruz a cuestas" y "Las lágrimas de San Pedro" serán el plato principal de la muestra "El Greco y la pintura de lo imposible. 400 años después", que puede visitarse desde hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (MNBA) y permanecerá abierta hasta el próximo 15 de enero. EFE/David Fernández

Buenos Aires, 28 oct (EFE).- Buenos Aires se sumó hoy a los homenajes por el cuarto centenario de la muerte del Greco con una muestra centrada en tres de sus óleos de temática religiosa, uno de ellos traído especialmente desde Toledo, la ciudad de España donde desarrolló la mayor parte de su carrera.

«Jesús en el huerto de los olivos», «Jesús con la Cruz a cuestas» y «Las lágrimas de San Pedro» son el plato principal de la muestra «El Greco y la pintura de lo imposible. 400 años después», que puede visitarse desde hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), de Buenos Aires, y que permanecerá abierta hasta el próximo 15 de enero.

De entre las tres, destaca por su valor artístico la que tiene a San Pedro como protagonista, cedida para la muestra por el Museo del Greco, en Toledo.

«‘Las lágrimas de San Pedro’, ‘San Pedro arrepentido’ o ‘San Pedro en lágrimas’ es una de las piezas más importantes del Greco en el ámbito del modelo penitencial o de arrepentimiento devocional», dijo a Efe Juan Antonio García Castro, director del museo toledano dedicado al maestro renacentista, presente hoy en la inauguración en Argentina.

«Es probablemente el modelo primigenio, el modelo prototipo, que da lugar a por lo menos 17 piezas del mismo tenor que hoy conocemos», añadió García Castro, quien aseguró que desde el principio le pareció una «buena idea» ceder el óleo para que sea visto en el circuito internacional, porque allá donde viaje estará representando al museo, a Toledo y a España.

Por su parte, «Jesús en el huerto de los olivos» es una de las obras que integran los fondos del MNBA y «Jesús con la Cruz a cuestas» pertenece al Museo Nacional de Arte Decorativo, también de Buenos Aires.

Esta es la primera vez desde 1968 que se pueden ver juntas las dos obras que se conservan en la capital argentina del pintor nacido en Creta en 1541 y fallecido en Toledo en 1614.

En las tres se pueden apreciar los elementos distintivos del estilo del Greco, como el canon de proporciones alargadas, los originales contrastes o el uso de la luz y del color alejados del modelo renacentista establecido.

«Él, que pintaba lo real, era también capaz de pintar lo imposible, lo invisible, lo que está en relación con los preceptos religiosos y los dogmas de la fe: encarnaciones, anunciaciones, glorias celestiales…», apuntó García Castro en relación al título de esta muestra en homenaje por el cuarto centenario de la muerte del artista.

«Él lo llegó a representar probablemente como ninguno y es por esto por lo que en cierta medida se considera al maestro cretense como el maestro de lo imposible», continuó el director del museo toledano.

Escoltan los tres óleos otras cuatro obras españolas de finales del siglo XVI y principios del XVII, de temática también religiosa: «Cristo en la cruz», de Francisco Pacheco; «Jesucristo crucificado», de Mateo Cerezo; «Cristo a la columna», de Luis de Morales; y «San Francisco en éxtasis», pintado por un seguidor de el Greco no identificado.

Pero como la influencia artística de Domenico Theotocópoli, verdadero nombre de el Greco, trascendió a su tiempo, completan la exposición las pinturas del MNBA firmadas por los artistas españoles que a principios del siglo XX revalorizaron la figura del maestro renacentista.

«En la costa de Valencia», de Joaquín Sorolla; «Jardín de Aranjuez», de Santiago Rusiñol; o «Gitanilla», de Ignacio Zuloaga; entre otras obras de la colección permanente, adquieren un nuevo significado bajo la consideración de que sus autores reivindicaron al Greco como un verdadero intérprete del espíritu de España.

«No hay una influencia directa desde el punto de vista plástico. Es más una presencia desde el punto de vista ideológico porque reconsideraron la importancia de un artista como el Greco en la proyección hacia el siglo XX como una figura fuerte», explicó a Efe María Florencia Galesio, comisaria de la muestra.

Por último, una selección de obras contemporáneas de los artistas argentinos Daniel García, Román Vitali y Luciana Rondolini contribuyen a la muestra proponiendo una relectura moderna de algunos de los elementos característicos del Greco, como los estigmas del cuerpo o la lágrima. EFE

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