Trabajadores marchan contra reformas laborales

Marcha de trabajadores contra reformas laborales, el 19 de noviembre de 2014, en Quito. API/Juan Cevallos

Ecuador (AP) — Miles de integrantes de organizaciones sindicales, sociales, de estudiantes y de indígenas marcharon el miércoles para protestar contra las enmiendas constitucionales que promueven la reelección indefinida del presidente y en rechazo a las reformas laborales que consideran que atentan contra sus intereses.

Las protestas se cumplieron al final de la tarde en Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja, entre otras ciudades.

En declaraciones a periodistas el presidente Rafael Correa dijo que estas marchas «buscan crear conmoción social para alentar la caída o la derrota de la revolución ciudadana. Cualquier pretexto es bueno».

Afirmó que sus reformas «son grandes avances en los derechos laborales, sobre todo dando estabilidad a los trabajadores» y añadió que el objetivo de su gobierno ha sido buscar la justicia en el sistema laboral. «Una prueba de eso es que ninguna administración gubernamental ha logrado más y mejores cambios para las trabajadoras y trabajadores de la patria».

El mandatario estuvo en la amazonia mientras se cumplían las marchas de protesta.

El presidente de la Unión General de Trabajadores José Villavicencio, ante miles de manifestantes congregados en la Plaza de San Francisco, en pleno centro histórico quiteño, señaló que «gracias a la organización hemos tenido una primera victoria y es echar abajo las pretensiones del ‘correismo’ de aprobar una ley laboral regresiva, gracias a la unidad de la clase obrera y los sectores sociales».

El presidente de la mayor organización de indígena, Conaie, José Herrera aseveró que «si no revisan las políticas que ha venido imponiendo (el gobierno), verá que nos levantaremos el pueblo y por ello es importante la unidad del pueblo».

Agregó que «no vamos a estar tranquilos mientras tienen a muchos compañeros en las cárceles … por eso el único camino es la resistencia».

El sábado Correa presentó un paquete de reformas al código de trabajo y la ley de seguridad social que fueron rechazadas por dirigentes sindicales.

Los sindicalistas, a los cuales se han unido estudiantes, indígenas y otros sectores, no aceptan las reformas porque consideran que atentan contra el derecho a la estabilidad laboral, reducen las utilidades de los trabajadores, promueven la mensualización de dos bonos anuales y limitan la libertad de asociación sindical.

El presidente de la Federación de Servidores Públicos, Miguel García, destacó en la cadena de televisión Ecuavisa que «la reforma planteada no es positiva ni para el sector privado ni para el sector público». Agregó que este gobierno «ha despedido a más de 21.000 empleados en el sector público, ha creado organizaciones paralelas, ha dividido y ha perseguido a los dirigentes sindicales».

Foto por: Johnattan Bedon
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Foto por Miguel Molina/La República
Quito: Foto por Miguel Molina/La República
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Guayaquil: Foto por: Jonhattan Bedon: La República
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