Bangkok, 21 nov (EFE).- El primer ministro y jefe de la junta militar de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, afirmó que mantendrá la ley marcial en el país, aunque reconoció que esto le hace «infeliz», informaron hoy medios locales.
«¿Estoy feliz? No, no lo estoy. Cuanto más tiempo esté vigente, más infeliz seré. Aún así, es necesaria», indicó el mandatario, quien asumió el poder hace seis meses en un golpe militar, según el diario «The Nation».
Prayuth también restó importancia a la protesta de cinco universitarios, quienes el pasado miércoles le hicieron el gesto de la película «Los juegos del hambre«, que simboliza la resistencia a la opresión, como desafío en una conferencia en la provincia de Khon Kaen.
Los estudiantes fueron arrestados y liberados sin cargos horas más tarde.
«Yo no estaba enfadado. Estoy aquí para hacer los cambios y poner los fundamentos para las futuras generaciones, o nuestros niños y nietos no sobrevivirán», aseveró.
Ayer, dos cines céntricos de Bangkok cancelaron el estreno de «Los juegos del hambre« debido a la protesta de un grupo de universitarios, quienes levantaron los tres dedos de la mano y exhibieron el libro «1984» en desafío a la junta militar.
Con un fuerte dispositivo de seguridad de militares y policías, tres universitarios fueron arrestados, aunque dos de ellos fueron puestos en libertad.
Prayuth, que suele tratar con condescendencia y a veces con impaciencia a los periodistas y críticos, ha prometido reformar el sistema, que considera corrompido, y celebrar elecciones en 2015.
Empresarios del sector turístico, que representa cerca del 10 por ciento de la economía nacional, han pedido a las autoridades que revoquen la ley marcial, ya que entienden que perjudica sus negocios.
La llegada de turistas extranjeros a Tailandia cayó un 10,28 por ciento en los nueve primeros meses del año, en relación con el mismo periodo en 2013, según datos oficiales.
A final de año, las autoridades esperan que el número de turistas extranjeros alcance los 24,9 millones, un 17,97 % menos que en 2013, y que genere unos ingresos de 1.800 millones de bat (55,4 millones de dólares o 43,7 millones de euros). EFE