Buenos Aires, 18 dic (EFE).- El jefe de Gabinete del Ejecutivo argentino, Jorge Capitanich, consideró hoy que cuando la Iglesia Católica argentina alerta sobre la corrupción y la desigualdad en el país se refiere a la «corrupción privada», y no al Gobierno «como pretenden instalar los medios de comunicación».
En su mensaje de Navidad, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) advirtió ayer sobre «la corrupción y la falta de ejemplaridad que empobrece el nivel moral de la sociedad» y sobre «una cultura individualista que debilita los vínculos personales y los lazos comunitarios».
En el texto, el Episcopado alerta también sobre «el odio que cierra el camino a la reconciliación», sobre el «desprecio por la vida que es el derecho fundamental de la persona» y «el delito del narcotráfico y la trata de personas».
«Los medios pretenden instalar la responsabilidad en el Gobierno, pero tratan de eludir la suya. La lectura que yo hago es que la preocupación (de la Iglesia católica argentina) tiene que ver con la corrupción privada como la evasión de impuestos y el lavado de activos», señaló Capitanich en su rueda de prensa diaria.
Según el jefe de Gabinete, «hay corrupción que afecta la dignidad moral y la ejemplaridad cuando existe sobrefacturación y subfacturación de importaciones, cuando hay manipulación de precios, y lavado de activos financieros» por parte de los «grupos económicos más poderosos y las empresas trasnacionales».
«Cuando un diario de comunicación centenario evade impuestos, hay corrupción. Cuando un grupo mediático no cumple con la ley, es corrupción. Cuando un grupo mediático concentrado tiene cuentas desde Nueva Zelanda hasta Panamá, tratando de encubrir activos financieros, es un caso de corrupción», añadió.
Capitanich afirmó, además, que hay corrupción «cuando para muchos jueces pareciera que hay privilegios» y «no se investiga el encubrimiento judicial, en denuncias de lavado financiero y causas que no se investigan».
Atacó también la «responsabilidad de algunos miembros del Poder Judicial y la extorsión de los grupos mediáticos poderosos que afectan la moral pública y tienen que ver con la ejemplaridad».
«Por eso consideramos que el documento de la Conferencia Episcopal hace mención claramente a la responsabilidad global de la sociedad y, en ese sentido, de los grupos privados», reiteró Capitanich. EFE