Raúl Di Blasio cree que la educación es un arma que cambia el corazón de los pueblos

Foto: EFE/Archivo

El pianista argentino Raúl Di Blasio, que actuará en febrero en Miami (Florida), aseguró en una entrevista con Efe que la educación es «el arma más importante para cambiar el corazón de los pueblos» y para hacer «una América mejor».

«América se construye desde abajo y desde la juventud», dijo el músico a Efe en la ciudad de Miami, donde actuará el próximo 14 de febrero en el auditorio del condado Miami-Dade.

Di Blasio, quien también ofrece charlas a jóvenes de diversos países, relató que comenzó su vida con el piano por «intuición», cuando era un niño de poco mas de 6 años, y a la edad de 20 ya practicaba hasta 12 horas diarias.

Hoy, con 65 años y apodado «El piano de América», se confiesa consciente del «privilegio» de haber continuado con esta vocación que sintió desde tan temprana edad, y que con el tiempo le ha llevado a tocar junto a personalidades de renombre como Rocío Dúrcal, Julio Iglesias, Juan Gabriel y Luis Jara.

No obstante, Di Blasio reconoció que la realidad actual de América Latina ofrece dispares oportunidades para el futuro de muchos jóvenes.

«Yo, que tuve la suerte y el privilegio de ser ayudado por tanta gente, ¿cómo puedo retribuir?», se preguntó el pianista. «La manera es tratando de mejorar nuestras opciones para hacer una América mejor», respondió.

«(Existen) problemáticas sociales muy grandes, pero la educación es el arma mas importante para cambiar el corazón de los pueblos», explicó el músico.

Di Blasio ofrece charlas de motivación a jóvenes de varios países, una costumbre que inició en 2006, en Monterrey (México), cuando un catedrático le propuso realizar charlas sobre los mismos temas que el pianista compartía hasta entonces en sus conciertos.

Consideró «sorprendente» el resultado de motivar a jóvenes «ansiosos» y abrumados por el horizonte que tienen delante, y destacó que en no pocas ocasiones los ayuda a descubrir sus verdaderas vocaciones.

En las charlas que ofrece en diferentes lugares, Di Blasio comparte, con su permanente buen humor, una lección vital aprendida desde la experiencia: hay que estudiar y practicar «todo el tiempo».

En este sentido, hizo suya la cita del pianista clásico Arthur Rubinstein y bromeó: «Si dejo de tocar el piano un día me doy cuenta yo; dos días, se dan cuenta mis amigos; tres días, el público».

«Es un instrumento muy celoso, tienes que estar constantemente pendiente de él. Pero con un 10 % de talento y un 90 % de tenacidad logras todo», aseveró.

Como, por ejemplo, efectuar un recorrido por el vasto registro musical de Latinoamérica en tan solo una hora de interpretación, tal como hizo el pasado diciembre ante 11 presidentes en la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), celebrada en Ecuador.

El autor de éxitos como «Corazón de niño» y «Mediterráneo», y quien se ha caracterizado por fusionar ritmos latinos y composiciones populares con la música clásica, aseguró que a su paso por diferentes países ha tomado inspiración al oír temas folclóricos instrumentales que eran factibles de reproducir y arreglar para piano.

A pesar de que no tiene un «país favorito» en términos musicales, ya que en algunos «cuesta interpretar la música más allá de su belleza», Di Blasio elogió el candombe y la milonga uruguayas, además de otros «hermosos» temas chilenos y ecuatorianos.

Con 18 producciones discográficas y más de 15 millones de copias vendidas a sus espaldas, reconoció que queda lejos ya el comienzo de su carrera, cuando grabó su primer álbum en 1983.

Natural de la provincia argentina de Neuquén, afirmó admirar la «sana costumbre del pueblo latinoamericano» de recibirle «con los brazos abiertos». EFE

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