Correa reitera que no permitirá «que se metan con el 30S»

Hospital de la Policia, durante insurrección del 30 de septiembre del 2010.

Durante el Enlace Ciudadano No. 408, además de dar su informe de labores y hacer un recorrido de lo que fue su visita a Bolivia para la posesión del presidente Evo Morales, el jefe de Estado ecuatoriano aprovechó para analizar la actualidad del país. También se refirió al 30S.

Rafael Correa recordó que el 26 de enero se cumplirán veinte años desde el estallido de la batalla en el Alto Cenepa, el enfrentamiento bélico entre Ecuador y Perú que fue la última guerra en Sudamérica. El presidente felicitó a los militares que defendieron la heredad territorial, a quienes calificó de «héroes», y pidió a la población otorgarles el merecido respeto.

A criterio de Correa, la defensa del territorio nacional por parte de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, comandadas por el General Paco Moncayo, fue fundamental para alcanzar el acuerdo de paz con el Perú. El presidente piensa que no tiene precedentes un nivel de cooperación tan alta entre dos países antes enfrentados, como la que existe hoy entre Ecuador y Perú.

El primer mandatario aprovechó además para afirmar que se ha hecho justicia en el caso de Gaby Díaz, la estudiante de enfermería que fue abusara sexualmente y que luego decidió suicidarse. Los agresores, que fueron calificados de «criminales» por el presidente, fueron sentenciados.

Otro tema que despertó interés fue el anuncio del mandatario de que el Estado ecuatoriano ha ganado ya 8 de los 10 juicios que Fabricio Correa planteó. Correa recordó que Lucio Gutiérrez y Fernando Villavicencio dijeron que entre los hermanos Correa existía un «tongo», a criterio del presidente eso queda desmentido tras estas sentencias. Además, criticó a Jorge Ortiz por haber dado espacio durante su programa de entrevistas, en el año 2009, a las acusaciones del supuesto «tongo».

Criticó en duros términos el ranking sobre la situación de la democracia en América Latina que publicó la BBC de Reino Unido, que ubicó al Ecuador en una situación de «democracia híbrida», a diferencia de Uruguay y Costa Rica cuya democracia sería saludable. En ese ranking se ubica a Venezuela en la categoría más baja de democracia.

Correa no acepta que la BBC haga esos estudios y arroje esas conclusiones pues, a su criterio, «nadie les ha dado ese derecho». Sugirió que ellos no deberían analizar la situación democrática de ninguna región pues en su país rige una monarquía y hay una reina que nadie ha elegido en las urnas.

La Libertad de Expresión ya es de todos

El presidente de la República desmintió que el mito del 30S haya terminado. En ese sentido, se cuestionó al periodista Alfonso Espinosa de los Monteros que esta semana declaró que el General Ernesto González, autor del libro ‘Confesiones de un comandante’, tiene razón cuando afirma que no hubo intento de golpe de Estado ni secuestro. Correa dijo que esa prensa es «capaz de asegurar que Eloy Alfaro se suicidó».

Así mismo arremetió contra el periodista Martín Pallares por afirmar en su análisis dentro de las páginas de Diario El Comercio que por lo mismo que dice el general González en su libro, el coronel César Carrión fue llevado a prisión y su carrera militar fue arruinada. Correa respondió que Carrión fue procesado por cerrar la puerta de ingreso al hospital, poniendo en peligro la vida del presidente de la República.

Correa no admitió las declaraciones del asambleísta de oposición Ramiro Aguilar quién afirmo que durante el 30S hubo solo un disparo cuando sale el presidente del Hospital de la Policía. Para desmentir esa afirmación presentó imágenes de la balacera que hubo ese día.

Así como lo había declarado en años anteriores, incluso en un informe de labores ante la Asamblea Nacional, volví a manifestar: «No permitiré que se metan con mi honra, mi familia y el 30S, demasiado nos costó el 30s para que un grupo de periodistas pillos vengan a torcer la realidad».

El Jefe de Estado, criticando a la prensa privada, se ratificó en su creencia de que el 30S fue un intento de Golpe de Estado y un secuestro. Incluso presentó una encuesta de abril del 2014 en donde la mayoría de ecuatorianos sostenía que el 30S fue un intento de Golpe de Estado, como afirma el gobierno.

También cuestionó que Carlos Figueroa asegure que fue un preso político. Incluso cuestionó que Dego Oquendo, en Radio Visión, diera crédito a ese hecho. Recordó que Figueroa acusó penalmente al primer mandatario por delitos de lesa humanidad y genocidio lo cual no se comprobó, por tanto, mencionó que en varias legislaciones penales del mundo la falsa acusación de un delito es penada y sancionada.

El largo segmento de ‘La libertad de expresión ya es de todos’ terminó con una referencia a los Yasunidos, de quienes afirmó que «lo único ecológico que han hecho es reciclar al MPD».

Cuestionó que dirigentes de esa agrupación, como Esperanza Martínez o Alberto Acosta, hayan sostenido que carreteras de 18, 26 y 60 metros de ancho se estuvieran construyendo al interior del Parque Nacional Yasuní.

Alberto Acosta, elegido legislador por las listas de PAIS, fue presidente de la Asamblea Constituyente de Montecristi y ministro de Energía durante los primeros años del gobierno de Correa.

Explicó que una comisión de legisladores acudió a comprobar que la vía no pasa de los 10 metros de ancho. Entre ellos estuvo el asambleísta de oposición Pepe Acacho, quién afirmó en un video de la Secom: «estamos constatando todo el desarrollo, toda la responsabilidad y más que nada el ambiente para que exista menos impacto, menos daño”.

Caretucada de la semana

La ‘Caretucada de la semana’, que el presidente otorga a un opositor en cada sabatina, fue en esta ocasión para el ex ministro de Economía Mauricio Pozo por afirmar que las medidas económicas del gobierno constituyen «paquetazos».

Según aseguró el presidente, fueron Pozo y Guillermo Lasso, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez, quienes dieron «paquetazos» al país cuando firmaron la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional, subieron combustibles, se comprometieron a privatizar telefónicas, vender eléctricas, cerrar créditos del IESS, autorizar despidos masivos, entre otras medidas que contemplaba esa carta de intención.

El excandidato presidencial Guillermo Lasso no ocupó ninguna función ejecutiva durante el gobierno de Lucio Gutiérrez.

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