Continúan tensiones en Ucrania a pesar de cese del fuego

Combatientes rebeldes ucrananos respaldados por rusia sostienen rifles en Debáltseve, Ucrania. (AP Foto/Vadim Ghirda)

YENAKIEYEVE, Ucrania (AP) — Una mañana reciente de primavera, un visitante importante observaba las maniobras militares de la infantería de los rebeldes pro rusos en el este de Ucrania.

«El general está muy contento», afirmó el comandante rebelde Ostap Cherny a sus soldados, refiriéndose al hombre rodeado por guardias.

El individuo —casi seguramente un oficial militar ruso— se alarmó cuando vio que se acercaban dos periodistas. Sus guardias lo rodearon, prohibieron tomarle fotos y el grupo partió rápidamente en un convoy automovilístico. El «general» partió en una camioneta deportiva Toyota sin placas.

A casi un año de estallado el conflicto en Ucrania, la injerencia directa de Moscú es evidente: aunque los rusos aparezcan camuflados, su presencia en el este de Ucrania es bien visible.

A la vez, ha habido un giro táctico aparentemente destinado a minimizar la presencia militar rusa, como parte de un esfuerzo para convencer a Occidente de que levante las sanciones económicas.

Las visitas de The Associated Press a los terrenos de entrenamiento como estos, cerca de Yenakieyeve, y entrevistas con decenas de rebeldes revelan que las fuerzas armadas rusas encabezaron algunas de las principales ofensivas de los separatistas, para retirarse después rápidamente.

Más recientemente, mientras se mantiene precariamente un cese del fuego, Rusia ha mantenido menos soldados en territorio de Ucrania pero ha aumentado el entrenamiento de los rebeldes. La OTAN y un experto ruso con sede en Londres calculan que Rusia tiene varios centenares de instructores militares en el este de Ucrania.

Desde que las hostilidades estallaron a mediados de abril de 2014, el gobierno ucraniano y Occidente han acusado a Moscú de lanzar una guerra no declarada en Ucrania despachando miles de soldados para combatir junto a los separatistas y suministrándoles armas. Por lo menos 6.000 personas han muerto en ambos bandos del conflicto.

Aunque el Kremlin admite que muchos rusos han combatido como voluntarios, niega haber enviado soldados o haber armado a los rebeldes.

A lo largo del conflicto, los reporteros de AP han visto hasta 80 vehículos blindados diarios, en su mayoría provenientes de la dirección de la frontera rusa. Su origen ha sido imposible de establecer con certeza.

Por su parte los separatistas confirman que sus uniformes y municiones están entre los suministros que reciben de Rusia.

«Sí, nuestros hermanos nos están abasteciendo… ya sabes quiénes», dijo un combatiente, que usa el nombre Taicha, en un puesto de control en la ciudad de Krasny Luch. La mayoría de los rebeldes no da sus nombres.

Cuando la ciudad de Debaltseve cayó en manos de los rebeldes el 19 de febrero después de semanas de lucha, los verdaderos vencedores ya se habían ido hacía tiempo.

«Nuestros amigos nos ayudaron», dijo Andrei, un combatiente que peleó en Debaltseve.

Otro rebelde, Alexei, admitió: «No voy a ocultarlo; los rusos estuvieron aquí».

Igor Sutyagin, un investigador en el Instituto de Servicios Reales Unidos en Londres, ha pasado meses recolectando pruebas sobre la presencia rusa en Ucrania.

La presencia de numerosos contingentes rusos ha sido «una característica permanente del conflicto» desde agosto, afirmó Sutyagin, con un máximo de unos 9.000 soldados a fines de febrero. Basa su cálculo en las armas divisadas como también informaciones que los soldados cargan en redes sociales.

Sutyain corroboró la descripción de los rebeldes de que los militares rusos entran en Ucrania y se van rápidamente después que se gana una batalla. Según sus cálculos, todavía hay varios centenares de soldados rusos en Ucrania.

El ministerio de defensa ruso no respondió numerosos llamados y faxes en los que se recabó su opinión sobre el tema. El vocero del presidente ruso Vladimir Putin, Dmitry Peskov, dijo el martes que Rusia «desmiente firmemente» las versiones de una presencia militar rusa en Ucrania.

La OTAN insiste en que los soldados rusos siguen operando en el este de Ucrania pese al cese de fuego. En los últimos meses, según el teniente coronel Jay Janzen en la sede central de la OTAN en Bruselas, Rusia ha entregado más de 1.000 armas pesadas a los separatistas.

El general Philip Breedlove, comandante de las fuerzas de OTAN en Europa, dijo que los datos de inteligencia de la alianza indican que instructores de las fuerzas especiales rusas han entrenado a combatientes en el este de Ucrania en el manejo de armas modernas entregadas por Rusia. Breedlove calcula que de 250 a 300 instructores supervisan la instrucción. (I)

Por Nataliya Vasilyeva, Associated Press

 

Más relacionadas