
Washington, 9 abr (EFE).- El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., el republicano John Boehner, exigió hoy al presidente estadounidense, Barack Obama, que condene lo que calificó como un «ataque» a los disidentes y exiliados cubanos que asisten en Panamá a los foros previos a la VII Cumbre de las Américas.
«El asalto contra los manifestantes cubanos pro democracia en la ciudad de Panamá, entre ellos Jorge Luis García Pérez («Antúnez»), quien asistió al (discurso de Obama sobre el) Estado de la Unión como mi invitado este año, es un ultraje y un recordatorio del carácter brutal del régimen de (Raúl) Castro», dijo Boehner en un comunicado.
El líder republicano subrayó que estos episodios «plantean serias dudas sobre la conveniencia de revisar las relaciones diplomáticas con Cuba» y retirar al país de la lista de estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de EE.UU.
«La dictadura» cubana continúa «practicando la represión en el país» y «apoya la violencia en toda la región», dijo.
«Espero que el Presidente Obama, cuando tenga una conversación con el dictador cubano, si la tiene, durante la Cumbre de la Organización de Estados Americanos, tenga la oportunidad de condenar esta violencia en los términos más enérgicos posibles y reafirme que Estados Unidos debe estar siempre en el lado de los derechos humanos y la democracia contra la tiranía comunista», aseveró.
El Departamento de Estado manifestó hoy su preocupación por «las informaciones sobre ataques y acoso contra representantes de la sociedad civil en Panamá cuando ejercían su derecho de libertad de expresión».
El percance ocurrió en las inmediaciones del Parque Porras, en el centro de la capital, cerca de la embajada de Cuba, cuando los anticastristas agrupados en la denominada Alianza de la Resistencia Cubana se preparaban para un acto de homenaje a José Martí.
Los anticastristas fueron increpados por simpatizantes del Gobierno cubano que los acusaron de ser «terroristas», «miembros de la CIA», «asesinos», «cabrones» y «gusanera».
El forcejeo y los intercambios de golpes se produjeron cuando los simpatizantes del Gobierno de La Habana exigieron a los miembros de la Resistencia Cubana que abandonaran el lugar.
Por otro lado, una protesta oficialista contra disidentes cubanos retrasó también el miércoles el inicio de un foro de la sociedad civil previo a la Cumbre. EFE


