Funcionaria egipcia quemó libros que «corrompían» niños

EL CAIRO, Egipto (AP) — Una funcionara educativa egipcia que está siendo investigada por quemar libros de una biblioteca en una escuela sospechosa de pertenecer a la Hermandad Musulmana defendió el miércoles su decisión, al decir que ella también está siendo atacada por intentar erradicar ideas extremistas que «corrompen» a los niños.

Bothiana Kishk, funcionaria del Ministerio de Educación del distrito de Giza en El Cairo, y varios funcionarios gubernamentales quemaron los libros en el patio de una de las Escuelas Fadl a principios de mes. En algunas fotografías aparecen parados en círculo, algunos de ellos con banderas egipcias, mientras los libros ardían.

Cuando las fotos fueron publicadas en un periódico local, ello desató una marejada de críticas y comentarios molestos por parte de padres, funcionarios del gobierno, prensa e incluso miembros del comité que ayudó a seleccionar los libros.

La indignación provocó que el ministro de Educación refiriera a Kishk a un grupo de investigadores.

«El combate al terrorismo jamás se hará quemando libros», dijo el ministro de Educación, Moheb el-Rafie, en un comunicado de prensa.

Pero el incidente resalta los desafíos que enfrenta Egipto en su combate a la creciente marea de extremismo islámico en medio de una campaña gubernamental contra grupos islamistas, y expresiones públicas y de la prensa opuestas a la Hermandad tras el derrocamiento militar del presidente islamista Mohamed Morsi en 2013.

Kishk dijo no temer a una pesquisa.

La repercusión «es una conspiración por parte de la Hermandad con el fin de atemorizarnos para que dejemos sus escuelas tal y como están, mientras ellos corrompen los cerebros de los niños», comentó Kishk a The Associated Press. «Mi consciencia pedagógica y religiosa no aceptará eso».

La escuela ha estado, junto con más de otras 100, bajo control gubernamental como parte de medidas enérgicas contra asociaciones ligadas a la Hermandad. El grupo de 86 años de existencia, que depende de una red mundial de servicios sociales, fue declarado una organización terrorista tras la salida de Morsi en medio de protestas populares contra su mandato divisivo. (I)

Por Sarah El Deeb, Associated Press

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