Jueza Carmen Velásquez recibe homenaje de Universidad Católica

Ing. Walter Mera, Jueza Carmen Velásquez, Dra. Teresa Nuques y Dr. José Miguel García. Foto LaRepública.ec

Guayaquil.- La Universidad Católica de Santiago de Guayaquil efectuó una ceremonia de reconocimiento a los logros profesionales y humanos de la magistrada Carmen Velásquez Briones, primera ecuatoriana en ser nombrada Jueza de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, Estados Unidos, y ofreció una cena en los salones del Bankers Club.

Carmen Velásquez nació en Quito, y migró con su familia a Estados Unidos en su juventud. Se graduó en la Universidad  Jon Jay de Justicia Criminal en Nueva York y se doctoró en la Universidad  Temple, Filadelfia. Fue asistente de la oficina del Fiscal en Bronx y magistrada de la Corte Civil de Nueva York en el condado de Queens.

En el evento, participaron también representantes de la Asociación de Mujeres Abogadas del Ecuador, AMAE, y el Foro de  Abogadas por la Seguridad Jurídica. 

La magistrada recibió numerosos reconocimientos y la Medalla Cincuentenaria de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Guayaquil, de manos del Vicerrector  Ing. Walter Mera.

Ella a su vez, entregó medallas con un martillo y una hoja de olivo en señal de gratitud a la Abogada Sobeida Aragundi, vicepresidenta del Foro de Abogadas por la Seguridad Jurídica, a la Doctora Teresa Nuques, Responsable del Área de Posgrados de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, al Dr. José Miguel García, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, al Ing. Walter Mera, Vicerrector de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y a la ex Presidente de la Corte Provincial de justicia del Guayas, María Leonor Jiménez.

En su discurso, la Jueza Carmen Velásquez mencionó que trajo a su madre en este viaje a Ecuador, recordando cómo vendió todo y se llevó a su familia a Nueva York, cuando ella tan sólo tenía 16 años, y no hablaba inglés. «Es que las mujeres somos fuertes», dijo, «somos valerosas, y el que nos menosprecia, no nos conoce».

Se confesó creyente y contó que durante su carrera había buscado los casos más tristes y difíciles para defenderlos sin cobrar por ello, aunque algunos los hubiera resuelto enseguida y otros le hubieran tomado años. Dijo que cada vez que ella golpea su martillo, lo hace tres veces, por su madre, por su hija y por ella.

Que a menudo visita la corte más pequeña del Estado de Nueva York y que se da cuenta de que las personas que acuden allí tiemblan, solo por el hecho de estar en una Corte, así su problema sea de cien de dólares y no de millones, como en otras cortes más grandes, porque para cada persona su problema es enorme. Cuando le preguntan ¿cuál ha sido su caso más difícil? Ella contesta que todos son difíciles, y para eso ella tiene que estudiar y prepararse.

Cree que cada fiscal y cada juez debe poder dormir bien, y para ello necesita hacer las cosas correctamente. También manifestó sentirse orgullosa de todas las personas que la ayudaron desinteresadamente en su campaña para magistrada de la Corte Suprema del Estado de Nueva York, simplemente porque querían contar con una Jueza como ella.

La Dra. María Leonor Jiménez, señaló que ella cuenta con las cualidades que debe tener un buen juez de saber: «escuchar pacientemente, ponderar prudentemente y juzgar sabiamente». 

mrjc/Fotos LaRepública.ec (I)

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