Tesorero del Partido de los Trabajadores de Brasil detenido por caso Petrobras

El tesorero del Partido de los Trabnajadores de Brasil Joao Vaccari escucha una pregunta de un panel del congreso que investiga un escándalo de corrupciòn centrado en el gigante petrolero estatal Petrobras el jueves, 9 de abril del 2015, en Brasilia. (Foto AP/Cadu Gomes)

RIO DE JANEIRO (AP) — El tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores pidió la renuncia tras ser arrestado el miércoles por su presunta participación en un esquema de corrupción multimillonario en la petrolera estatal.

El presidente del partido, Rui Falcao, informó que «por cuestiones prácticas y legales, Joao Vaccari Neto solicitó separarse del cargo de Secretario de Finanzas del PT», según un comunicado.

El delegado de la policía federal, Igor Romario de Paula, informó que Vaccari y su cuñada fueron detenidos en la ciudad de Sao Paulo bajo la sospecha de haber recibido sobornos por parte de compañías constructoras investigadas en el escándalo de corrupción de Petrobras. Vaccari fue aprehendido mientras salía a correr por la mañana.

De Paula dijo en rueda de prensa que encontraron indicios claros de delitos como desvío de dinero y corrupción y señaló que su intervención en la red data de 2004. La esposa de Vaccari también fue interrogada, ya que las autoridades hallaron depósitos sospechosos en las cuentas de sus parientes.

«Vaccari es mencionado por al menos cinco denunciantes como el intermediario del partido político al que pertenece», dijo de Paula. «Observamos un patrón de criminalidad que se repite que es muy claro».

The Associated Press intentó contactar al abogado de Vaccari vía telefónica y correo electrónico para conocer la postura de su cliente, pero el defensor no respondió.

El tesorero del partido oficialista ha sostenido que todas las donaciones hechas a la organización durante las campañas políticas fueron legales. El Partido de los Trabajadores expresó confianza en la inocencia del dirigente partidista y agregó que su detención era «innecesaria», y que sus abogados solicitaron su libertad.

«La detención de Joao Vaccari Neto es injustificada visto que desde el inicio de las investigaciones, él siempre se colocó a disposición de las autoridades para ofrecer cualquier esclarecimiento que fuera solicitado», dijo Falcao en un comunicado enviado a la prensa. «Reafirmamos nuestra confianza en la inocencia de Joao Vaccari Neto».

La fiscalía fijó cargos hace un mes contra Vaccari por lavado de dinero y corrupción en la denominada «Operación Lava Coches». Lo acusó de recibir 24 donaciones en un período de 18 meses por 4,3 millones de reales (1,3 millón de dólares). El juez Sergio Moro no consideró en ese momento decretar la orden de arresto. Según el diario Folha de S. Paulo, Moro ahora supone que la libertad de Vaccari es un riesgo para la investigación.

De Paula señaló que «el tipo de proyección que tiene, la influencia en su cargo y la posibilidad que aún existe de que eventualmente sea fugitivo de la ley son requisitos para la prisión preventiva». No existe un plazo para que Vaccari permanezca en prisión.

La policía informó que tomarían declaración a Vaccari a partir del jueves en la ciudad de Curitiba, sede de la investigación.

Los fiscales federales consideran que el esquema de sobornos es el mayor caso de corrupción que haya sucedido en Brasil y acusan a grandes empresas de construcción e ingeniería de pagar al menos 800 millones de dólares a antiguos directivos de la compañía y políticos a cambio del otorgamiento de contratos con precios exagerados.

Más de 100 personas han sido formalmente acusadas, incluyendo a tres exdirectores de Petrobras. Más de 50 políticos están siendo investigados.

Los investigadores sostienen que parte del dinero se canalizó a gastos de campaña del gobernante Partido de los Trabajadores y de sus aliados. La presidenta Dilma Rousseff, quien encabezó el consejo de Petrobras durante el período en que se entregaron los sobornos, no ha sido implicada.

Según el columnista Gerson Camarotti podrían surgir nuevas dificultades para la presidenta, cuya popularidad ha descendido y enfrenta protestas que exigen su impugnación.

«Dentro del gobierno el temor es que en momentos en que se había lanzado una ofensiva para blindar a Dilma del escándalo, el arresto del tesorero traiga de vuelta una crisis», escribió Camarotti. (I)

Por Adriana Gomez Licon, Associated Press

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