Los problemas de Uruguay con los exprisioneros de Guantánamo

Tres ex presos de la base naval de Guantánamo, que ahora viven en Uruguay, oran durante su protesta frente a la embajada de Estados Unidos en Montevideo, el viernes 24 de abril de 2015. De izquierda a derecha están Omar Abdelahdi Faraj y Alí Husain Shaaban, ambos de Siria, así como el tunecino Adel bin Muhammad El Ouerghi. (Foto AP/Nicolás Garrido)

MONTEVIDEO, Uruguay (AP) — El gobierno de Uruguay dará viviendas particulares para cada uno de los seis exprisioneros de Guantánamo que Uruguay recibió como refugiados pero se niegan a firmar un convenio sobre esa oferta, dijo el lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa.

En una rueda de prensa tras una sesión del consejo de ministros, Nin afirmó que el gobierno está usando «la persuasión para que firmen, porque si no firman no pueden tener el ingreso que les presta Acnur a través de Sedhu». Acnur corresponde al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y Sedhu, es la organización no gubernamental Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana.

El convenio que los refugiados rechazan tiene vigencia hasta febrero de 2016 y si lo firman recibirán una ayuda económica de 15.000 pesos uruguayos mensuales (unos 600 dólares), provenientes del Acnur. Los refugiados ya venían recibiendo ese dinero, pero cinco de ellos que se negaron a firmar el convenio, han dejado de recibir esos ingresos.

Por ese motivo, cuatro de los seis exprisioneros –tres sirios y un tunecino– están desde el viernes a la tarde sentados en una plaza frente a la embajada de Estados Unidos en Montevideo, donde han dormido tres noches en sacos de dormir que les han prestado los vecinos, en reclamo de una vivienda para cada uno y de recursos económicos para solventar sus gastos.

«Vamos a quedarnos aquí hasta que solucionen nuestros problemas. Hace frío, pero es mejor sufrir unos días que sufrir toda la vida», dijo a la Associated Press el sirio Ali Al Shaaban, uno de los cuatro refugiados que participan de la protesta.

Según Shaaban, el convenio que se les exige firmar les otorga una vivienda por tres años, cuando el ministro Nin Novoa les habría prometido un hogar para toda la vida.

También sostiene que el dinero que se les ofrece es insuficiente y agregó que «seguimos viviendo los seis juntos, apretados en una misma casa».

«Es imposible mantenerse en este país con 15.000 pesos. Nos asesoramos con muchas organizaciones de derechos humanos y todas nos dijeron que no debíamos firmar. Y como no lo hicimos, Sedhu nos dijo que ya no nos pagará nada», agregó Al-Shaaban.

Sostuvo que sólo aceptó firmarla el único refugiado palestino del grupo, quien no se encontraba entre los concentrados frente a la embajada.

Por su parte, el ministro Nin dijo que las viviendas no se han entregado porque antes los refugiados deben definir si quieren vivir aquí con sus familias o solos.

Nin agregó que la protesta de los refugiados se origina en un malentendido.

«Ellos creían que el convenio era por tres años, cuando el convenio es por un año, hasta febrero de 2016», explicó el canciller «Quizás confundieron los términos o hubo una mala traducción», añadió Nin Novoa.

A pesar de haber recibido múltiples ofertas de trabajo, los refugiados no las han aceptado, ya que sostienen que todavía no están en condiciones físicas y anímicas para trabajar.

Semanas atrás, el presidente Tabaré Vázquez había manifestado que Washington debería hacerse cargo de mantener a los seis refugiados.

Nin apuntó que ellos estuvieron presos injustamente entre 12 y 13 año, sometidos a torturas físicas y psicológicas y que «más allá del agradecimiento que tienen hacia el Uruguay, están pensando en alguna acción reivindicativa ante el gobierno de Estados Unidos. Pero eso es un problema civil, que tendrán que llevar adelante ellos y el gobierno que los tenía detenidos», dijo el canciller.

Desde 2002 Estados Unidos ha recluido en la cárcel de Guantánamo, ubicada en una base naval en territorio cubano, a supuestos implicados en el terrorismo internacional.

Por LEONARDO HABERKORN y PETER PRENGAMAN, Associated Press

Los ex presos de Guantanamo (de izquierda a derecha) Adel bin Muhammad El Ouerghi, de Túnez; Alí Husain Shaaban, de Siria; Abedlhadi Omar Faraj, de Siria; Ahmed Adnan Ajuri, de Siria; y el palestino Mohammed Abdalá Taha Mattan, se asoman del balcón de una casa donde residen temporalmente en Montevideo, Uruguay, el viernes 12 de diciembre de 2014. (Foto AP/Matilde Campodonico)
Los ex presos de Guantanamo (de izquierda a derecha) Adel bin Muhammad El Ouerghi, de Túnez; Alí Husain Shaaban, de Siria; Abedlhadi Omar Faraj, de Siria; Ahmed Adnan Ajuri, de Siria; y el palestino Mohammed Abdalá Taha Mattan, se asoman del balcón de una casa donde residen temporalmente en Montevideo, Uruguay, el viernes 12 de diciembre de 2014. (Foto AP/Matilde Campodonico)

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