
El mártir salvadoreño monseñor Óscar Arnulfo Romero fue beatificado hoy en la capital de El Salvador ante cientos de miles de devotos y presidentes de varios países reunidos en la plaza Salvador del Mundo.
La beatificación se concretó cuando la reliquia de Romero, consistente en la camisa ensangrentada que vestía el día de su asesinato, flores y una palma que significa «la victoria de los mártires», fue incensada por el cardenal Angelo Amato, el enviado especial del papa Francisco.
«El mártir Romero es el mártir beato (…) ya es el mártir beato», dijo el narrador del acto religioso, tras relatar que Amato pasaba el incensario por «la reliquia deRomero«.
Los asistentes no pudieron contener la emoción y las lágrimas, aplausos y gritos inundaron la plaza, a la que esta madrugada comenzaron a llegar los cientos de miles de devotos de «San Romero de América«, como le llaman los salvadoreños desde hace muchos años ya.
La reliquia del arzobispo mártir de San Salvador, asesinado el 24 de marzo de 1980 por escuadrones de la muerte, fue llevada hasta la plaza de El Salvador del Mundo en una urna de cristal.
Monseñor Romero fue asesinado por un francotirador, perteneciente a los escuadrones de la muerte del gobierno de El Salvador, mientras oficiaba la Misa en San Salvador el 20 de marzo de 1980.
Miles de obispos y religiosos se congregaron en una plaza del nororiente de la capital salvadoreña para honrar al primer beato centroamericano y a quien muchos denominan «San Romero de América».
En los alrededores de la plaza, en un radio de 5,6 kilómetros cuadrados, decenas de miles de salvadoreños festejaron con júbilo, entre banderas y con camisetas con la imagen y textos de las homilías del arzobispo mártir.
El arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, leyó la petición de beatificación enviada hace más de una década al Vaticano, mientras el postulador de la causa en la Santa Sede Vicenzo Paglia leyó una biografía de Romero.
Entre los invitados especiales se encontraban el expresidente Alfredo Cristiani, el primer mandatario de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena). Durante su mandato (1989-1994) se firmaron los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil y se emitió una ley de amnistía para todos los responsables de las violaciones a los derechos humanos, entre ellos los autores intelectuales y materiales del magnicidio de Romero.
También participó el diputado de Arena Roberto d’Aubuisson, hijo del mayor del ejército del mismo nombre acusado por una Comisión de la Verdad de Naciones Unidas de ser el autor intelectual del asesinato del arzobispo.
Entre los asistentes al histórico evento se encuentran los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela; Honduras, Juan Orlando Hernández; y Ecuador, Rafael Correa.
Muchos feligreses acamparon en los alrededores de la plaza la noche anterior y celebraron una vigilia con la participación de sacerdotes y una misa oficiada por el cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga.
* Con textos de EFE y AP.




