Cien miradas sobre ruptura amorosa llegan a Buenos Aires con «Cuídese mucho»

BUENOS AIRES (ARGENTINA), 30/05/2015.- Fotografía cedida hoy, sábado 30 de mayo de 2015, por la Bienal de Performance de Buenos Aires que muestra una de las instalaciones de la muestra "Cuídese mucho", de la artista francesa Sophie Calle. ¿Cómo reaccionarías si tu pareja te dejara por correo con un: "Cuídese mucho"?. La artista francesa Sophie Calle decidió trasladar el mensaje a cien mujeres para que lo analizaran y compuso, así, una muestra que actualmente se exhibe en Buenos Aires con la incorporación, por primera vez, de hombres. EFE/Cortesía Bienal de Performance de Buenos Aires/SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS

Buenos Aires, 30 may (EFE).- ¿Cómo reaccionarías si tu pareja te dejara por correo con un: «Cuídese mucho»?. La artista francesa Sophie Calle decidió trasladar el mensaje a cien mujeres para que lo analizaran y compuso, así, una muestra que actualmente se exhibe en Buenos Aires con la incorporación, por primera vez, de hombres.

«Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo. Cuídese mucho». Así terminaba el correo electrónico que recibió hace ya once años Sophie Calle de su entonces pareja, una ruptura que le sirvió para poner en marcha una exposición en la que un centenar de mujeres dan su particular visión sobre la pérdida amorosa.

Periodistas, escritoras, actrices, cantantes, bailarinas, filósofas y psicólogas reconocidas de todo el mundo recurrieron a su cuerpo y su imaginación para examinar los elementos que componen un mensaje de despedida, así como sus vinculaciones con el dolor, la pérdida, el sexo, el amor y, en esencia, la vida.

El resultado fue la exhibición «Prenez soin de vous» («Cuídese mucho») que Calle realizó por primera vez en Venecia en 2007 y que ahora, en el marco de la Bienal de Performance de Buenos Aires, ha llegado al recién inaugurado Centro Cultural Néstor Kirchner de la capital argentina con una gran novedad: la presencia de una mirada desde lo masculino.

La actriz y directora francesa convocó esta semana a siete artistas e intelectuales argentinos destacados como el escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky, el compositor Marcelo Delgado o el poeta Hugo Mujica para que tomando como punto de partida el emblemático correo, desgranaran los secretos de las relaciones humanas.

Maricel Álvarez, la comisaria de la performance que fue registrada en vídeo y actualmente acompaña a la exposición original, asegura en una entrevista con Efe que la visión de los hombres no es tan distinta de la de las mujeres, sino que las diferencias tienen más que ver con «el universo» desde el que mira cada ser humano, que es mucho más amplio que el género.

«Hay algo que nos unifica a todos y que no distingue de géneros, que tiene que ver con el dolor, la pérdida, la ausencia, la falta del otro», apunta antes de insistir en que todo eso se trata de una experiencia colectiva porque «tarde o temprano» todas las personas han sido «abandonadas».

Álvarez, amiga de Calle desde 2008, considera que el trabajo de la artista conceptual de 61 años está plagado de una importante carga afectiva y emocional que genera una gran empatía en el público, con quien establece un vínculo «muy directo y franco», al interpelarlo directamente en un sentido «lúdico».

Todo ello contribuye a conformar una obra con una «grave complejidad intelectual» que está en Buenos Aires hasta finales de agosto y, según Álvarez, en sólo tres días ha contado con «un flujo de visitantes constante».

Así, en una sala del antiguo edificio del Correo argentino, los murmullos de estos incesantes espectadores se mezclan con las voces de las artistas, cuyas interpretaciones se muestran en decenas de pantallas para que la audiencia sea testigo de cómo leen, cantan, bailan, miran, sienten y hasta mastican la carta, como se atreve a hacer la escritora francesa Chloé Delaume.

De métodos poco ortodoxos también sabe la exactriz porno Ovidie, quien utiliza muñecas hinchables y penes de goma en su particular interpretación de la pérdida amorosa, algo más radical que la de la española Victoria Abril, que comenta el correo desde la cama y se dirige a la misma Calle.

«Aquí hace falta un ‘rendez-vous’, déjale ser tu amigo», le aconseja Abril antes de apuntar que espera que se le haya «roto el amor de tanto usarlo».

Además, la exposición cuenta con fotografías y relatos de las protagonistas, así como un espacio con sillones y una televisión en la que se reproduce la performance masculina, parte esencial de esta exhibición que en ningún momento fue concebida por Calle como una manera de superar su ruptura.

«Sophie va a seguir produciendo tenga o no disgustos amorosos», apunta Álvarez, para quien el arte «no tiene por qué tener una finalidad» clara y cerrada, ya que su principal «fuente de inspiración» no es otra que la vida misma. EFE

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