Exhibición muestra el horror que vivieron los japoneses

En esta foto del 10 de junio de 2015 se muestra una obra de 1972 en tinta china sobre papel llada "Cuervos", en la Exhibición Hiroshima-Nagasaki en el Centro de Arte Katzen en Washington. La exhibición, que conmemora el 70 aniversario de las bombas atómicas en Hiroshina y Nagasaki, Japón, abre al público el sábado 13 de junio de 2015. (AP Foto/Manuel Balce Ceneta)

WASHINGTON (AP) — Al aproximarse el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, una nueva exhibición de arte enfoca el fin del conflicto con una mirada distinta, bajo la cual los japoneses fueron las víctimas. Esto podría perturbar a los veteranos estadounidenses de la guerra, sobre todo en momentos en que se presta mayor atención a la renuencia de Japón a reconocer su pasado militarista.

El museo de la American University exhibe obras de arte y artefactos que recuerdan los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki: un reloj de bolsillo detenido a las 8.15, cuando cayó la primera bomba atómica; un par de cuerpos retorcidos y rostros que gritan envueltos en llamas; la caja con el almuerzo de una escolar que desapareció sin dejar rastro.

Los defensores dicen que las bombas atómicas eliminaron la necesidad de una invasión terrestre que habría costado muchas vidas estadounidenses. No hay cifras precisas, pero se cree que las bombas atómicas mataron a unas 200.000 personas.

Cuando se cumplió el 50 aniversario, el museo Smithsonian exhibió el Enola Gay, el bombardero B-29 que lanzó la bomba sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Esa exhibición fue reducida ante la protesta de muchos veteranos estadounidenses, de que presentaba a los japoneses como víctimas en lugar de agresores.

Ese año, Peter Kiznick, director del Instituto de Estudios Nucleares de la American University, respondió a la polémica con una exhibición de artefactos que el Smithsonian se negaba a mostrar. Al hacerlo en una institución privada en lugar de otra financiada por el gobierno, resultaba menos contenciosa.

Veinte años después, repite con una exhibición que estará abierta desde el sábado hasta el 16 de agosto. Incluye seis cuadros pintados sobre biombos plegables por los difuntos Iri y Toshi Maruki, un matrimonio cuyas poderosas representaciones de los horrores nucleares, conocidos como los paneles de Hiroshima, se exhiben en la capital estadounidense por primera vez.

En una sala adyacente se exhiben 25 artefactos recogidos entre los escombros: un rosario, un fragmento de vidrio incrustado en la carne de una víctima, un frasco de sake, la gorra de un estudiante, el zapato de otro.

El Museo por la Paz de Hiroshima y el Museo de la Bomba Atómica de Nagasaki complementan la exhibición con textos y fotos de las víctimas, así como panorámicas de las ciudades arrasadas.

 

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