Justicia egipcia condena al expresidente islamista Mohamed Mursi a la horca

Fotografía de archivo fechada el 9 de marzo de 2015 que muestra al expresidente egipcio Mohamed Mursi durante un juicio en El Cairo (Egipto). EFE/Fouad Alganousi / Almasri Alyoum

El derrocado presidente egipcio, Mohamed Mursi, fue sentenciado hoy a la pena de muerte por fugarse de una cárcel y a cadena perpetua en un caso de espionaje, lo que demuestra una vez más que la justicia es implacable con los Hermanos Musulmanes.

El juez Shaaban al Shami emitió su fallo firme en este caso, tras recibir la opinión favorable pero no vinculante del mufti Shauqi Alam, máxima autoridad religiosa musulmana de Egipto, respecto a las penas capitales dictadas hace un mes de forma provisional.

Además de Mursi, otros 108 acusados, la mayoría de ellos miembros o seguidores de la Hermandad, fueron sentenciados a muerte en este caso, en el que estaban imputadas un total de 129 personas.

También recibieron la pena capital el guía espiritual de la Hermandad, Mohamed Badía, y el presidente y el vicepresidente de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia, Saad Katatni y Esam al Arian.

Entre los condenados a la horca está además el destacado predicador egipcio Yusuf al Qardaui, el cual se encuentra actualmente en Catar.

Asimismo, otras 21 personas fueron condenadas a cadena perpetúa en este caso conocido como el de «la fuga de la cárcel».

«Apelaremos la sentencia contra todos los condenados, salvo en el caso de Mursi, ya que él mismo decidirá si desea apelar», explicó a Efe el abogado de los Hermanos Musulmanes, Abdelmunaim Abdelmaqsud.

El veredicto es apelable ante el Tribunal de Casación en un plazo de 60 días, siendo esta la última posibilidad de recurrir, según la ley egipcia.

A los condenados se les acusa de haber huido de la cárcel y haber ayudado a escapar a más de 20.000 reos de tres prisiones egipcias, en el marco del caos de la revolución del 25 de enero de 2011, que llevó al derrocamiento del entonces presidente, Hosni Mubarak.

El juez concluyó que el asalto a las cárceles y liberación de presos fue realizada por la Hermandad, en coordinación con el movimiento islamista palestino Hamás, el grupo chií libanés Hizbulá y yihadistas del norte de la península egipcia del Sinaí.

El tribunal también acusó a los condenados de secuestrar a oficiales de la Policía egipcia y matar a efectivos de seguridad y a presos durante esos sucesos.

Yaser Ahmed, un abogado de la acusación que representa a la familia de un preso asesinado durante la irrupción en la prisión de Wadi al Natrun, en el delta del Nilo, aseguró a Efe que se siente «completamente satisfecho» con la sentencia anunciada hoy.

El juicio se celebró en una sala especial en la Academia de la Policía, situada a las afueras de El Cairo, con grandes medidas de seguridad y una masiva presencia de los medios de comunicación.

Los imputados escucharon el fallo desde la jaula de cristal y hierro que fue instalada anteriormente en la sala del Tribunal para evitar que interrumpieran al juez con sus gritos.

Aún así, se pudo escuchar a los líderes de la cofradía corear los ya conocidos lemas «Revolucionarios libres, continuaremos el camino» y «abajo el Gobierno militar».

El mismo Tribunal sentenció hoy a cadena perpetua al exmandatario y a otros 16 islamistas, entre ellos Badía, Katatni y Al Arian, por un caso de espionaje y colaboración con organizaciones extranjeras para planear ataques en Egipto.

En esta misma causa, en la que fueron procesadas 36 personas, fueron condenadas a la pena capital tres prominentes dirigentes de los Hermanos Musulmanes -Jairat al Shater, Mohamed al Beltagui y Ahmed Abdelati- además de otras 13 personas sentenciadas en rebeldía, mientras que dos personas más recibieron siete años de prisión.

La de hoy es la primera condena a muerte emitida contra Mursi, ya condenado en abril a 20 años de cárcel por el uso de la violencia durante unos disturbios ocurridos en las cercanías del Palacio Presidencial de Itihadiya, en El Cairo, en diciembre de 2012.

El islamista, derrocado militarmente en julio de 2013, se enfrenta a otros casos, incluido uno en el que también podría ser sentenciado a la horca por los cargos de entregar información clasificada a Catar. EFE [I]

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