Grecia: feriado bancario hasta el 6 de julio, y retiros de no más de 60 euros

Personas retiran dinero de un cajero automático en el sector de Monastiraki, en Atenas, a primeras horas del lunes 29 de junio de 2015. Grecia anunció que los bancos estarían cerrados durante seis días e impuso límites a los retiros de dinero. (AP Foto/Petros Karadjias)

ATENAS (AP) — La crisis financiera de Grecia dio un dramático giro, cuando el gabinete, tras una reunión de ocho horas, decidió que los bancos griegos permanecerían cerrados por seis días hábiles y restringió los retiros de efectivo.

La Bolsa de Valores de Atenas tampoco abriría el lunes, confirmaron funcionarios del sector financiero.

Las medidas tienen como fin acotar la salida de dinero de los bancos griegos y lograr que los acreedores del país ofrezcan concesiones antes de que el programa de rescate expire el martes. Los acontecimientos han suscitado cuestionamientos sobre el futuro financiero de Grecia y su permanencia en el bloque de 19 naciones que comparten el euro como divisa, e incluso dentro de la Unión Europea.

Durante los dos últimos días, los griegos han acudido apresurados en todo el país a los cajeros automáticos para retirar dinero después de la repentina decisión de Tsipras el fin de semana de llamar a un referéndum sobre las propuestas de reformas de los acreedores a cambio de vitales fondos de rescate.

Un decreto publicado el lunes en la Gaceta del Gobierno estipula que los bancos no abrirán el lunes y se mantendrán cerrados hasta el lunes 6 de julio. El ministro de Finanzas podría decidir acortar o extender ese periodo.

Los retiros de cajeros automáticos con tarjetas de crédito o débito serán de un máximo de 60 euros (66 dólares) por día. El decreto dice que los cajeros automáticos empezarían a trabajar a más tardar 12 horas después de su publicación.

Las transacciones bancarias por internet serán en su mayoría gratuitas, lo que permitirá a las personas pagar sus facturas. Sin embargo, no podrán transferir dinero a cuentas del extranjero.

Las tarjetas de crédito y débito emitidas en el extranjero podrán usarse en los cajeros automáticos sin restricciones. Ello beneficiará a los visitantes extranjeros y a la industria turística. Muchos turistas también se habían formado el domingo en los cajeros automáticos por temor a que las restricciones los afectaran.

Para necesidades de emergencia, como la importación de medicinas o para envío de remesas, la tesorería griega creará un Comité de Aprobación de Transacciones Bancarias para examinar solicitudes caso por caso.

La decisión de imponer controles al capital fue por recomendación del Banco de Grecia, dijo el primer ministro griego Alexis Tsipras durante un mensaje al país por televisión. Tsipras culpó de la imposición de controles al Eurogrupo, la reunión de ministros de Finanzas de la zona del euro, y a su decisión de rechazar una solicitud para que el programa de rescate, el cual expira el 30 de junio, fuera extendido algunos días para permitir el referéndum.

Tsipras dijo que él había renovado la solicitud de extensión.

Tsipras culpó además a la decisión del domingo del Banco Central Europeo de no incrementar la cantidad de liquidez de emergencia a la que pueden tener acceso los prestamistas por parte de esa institución, lo que significa que no tienen manera de reponer rápido depósitos decrecientes.

«Está ahora más que claro que esta decisión no tiene otra finalidad que chantajear la voluntad del pueblo griego e impedir el llano proceso democrático del referéndum», dijo Tsipras.

«No tendrán éxito. Estas medidas tendrán exactamente el efecto contrario. Harán que el pueblo griego esté más determinado en su elección de rechazar lo inaceptable (…) propuestas y coacciones de los acreedores», agregó.

El gobierno está instando a los griegos a votar contra las propuestas, argumentando que son humillantes y que prolongarían las aflicciones financieras del país.

La decisión del referendo, el cual fue ratificado por el Parlamento después de una sesión maratónica de 13 horas que terminó el domingo temprano, impactó y enojó a los socios europeos de Grecia. Las negociaciones del país con sus acreedores europeos han sido suspendidas, y ambas partes se acusan de ser irresponsables.

Por otro lado, atemorizados por rumores relacionados a inminente escasez de combustible, automovilistas inundaron estaciones de venta de gasolina en toda Grecia, motivando que la mayor refinería del país, Hellenic Petroleum, emitiera un comunicado en el que aseguró que existen reservas suficientes de gasolina para varios meses.

El actual programa de rescate expira el martes, y los 7.200 millones de euros (8.000 millones de dólares) restantes no estarán a disposición de Grecia después de esa fecha.

Sin esos fondos, es improbable que Grecia pueda pagar 1.600 millones de euros (1.790 millones de dólares) al FMI que se vencen el mismo día.

«Ninguno de nosotros sabe las consecuencias de una salida de la eurozona, sea en el frente político o en el económico. Debemos hacer todo para que Grecia se quede en la eurozona», dijo el domingo el primer ministro francés Manuel Valls a i-Tele TV.

«Hacer todo significa respetar a Grecia y a la democracia, pero también respetar las reglas europeas. Así que Grecia necesita volver a la mesa de negociación», agregó.

Dos encuestas de opinión publicadas el domingo indicaban que un mayor número de griegos quieren quedarse en la eurozona y pactar un acuerdo con acreedores que los que quieren romper con sus socios europeos. Ambas encuestas fueron realizadas antes del llamado de Tsipras a un referendo, pero brindan un indicio de la opinión pública.

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