El Canciller interino

Ricardo Noboa Bejarano
Guayaquil, Ecuador

Conozco a Xavier Lasso desde hace muchos años. Lo conocí en las aulas universitarias de la Católica de Guayaquil. Xavier formó parte de aquella promoción en la que nos graduamos Hernán Pérez, Roberto Hanze, Martin Insua, Raúl Patiño y otros que hoy trabajamos con denuedo sea en el sector público o en el privado.

Xavier fue siempre un hombre de pensamiento de izquierda. Yo no. Sin embargo siempre hemos mantenido una afectuosa relación. Nos veíamos ocasionalmente y apreciaba su sentido del humor, su simpatía y su talento. Se destacaba como periodista de televisión y mantenía un popular programa en Radio Concierto, al que asistí varias veces.

Es el décimo de una familia de once hermanos. Su hermano Guillermo es el undécimo. Yo provengo de una familia de nueve y conozco lo profundas que son las relaciones en una familia numerosa. Sobre todo en los hermanos generacionalmente cercanos. Los “benjamines” de las familias grandes comíamos en mesas aparte (pues no entrábamos en la mesa principal, reservada a los mayores), estudiábamos en libros heredados, nos poníamos la ropa que a los mayores les iba quedando chica, jugábamos pelota juntos y así.

Había una suerte de complicidad particular entre nosotros. Con el tiempo, es posible que lleguemos a pensar distinto y tengamos ideas políticas diferentes. Pero el lazo familiar y el respeto mutuo no se pierde. Por eso me pareció muy bien que Xavier ponga distancia con la actividad pública interna cuando su hermano Guillermo decidió incursionar en política con miras a ser candidato presidencial. Era ciertamente difícil para él colaborar, dentro del país, con un gobierno al que su hermano le hacia oposición.

Por todo ello no entiendo bien lo que está pasando. No entiendo como Xavier acepta encargarse de la Cancillería por dos meses mientras el titular se dedica a la organización barrial.

¡Habiendo tanto Subsecretario que hubiese podido encargarse de la Cancillería, el Presidente decide traer a su Embajador en la ONU para reemplazar al titular! Posiblemente si Xavier aceptase de modo permanente un cargo seria más entendible. Pero ….¡un encargo de dos meses!

No queda más que pensar que todo esto se ha hecho para tratar de afectar políticamente la imagen de Guillermo Lasso. Alguien sugirió la maniobra y Xavier se ha prestado al juego. Significa que al Gobierno le preocupa la candidatura de Lasso, y significa también que a Xavier ya no le preocupa en absoluto lo que piense su hermano. Y tal vez su familia. ¡Que lástima! Ciertamente la política altera, a veces, los valores mas esenciales del ser humano. Incluso afecta lazos familiares que parecían grabados en piedra.

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