Guayaquil.- «PunchPown» es la obra del artista Raymundo Valdéz (Guayaquil, 1982) que se expone en Galería Dpm hasta el 30 de octubre.
Raymundo, quien es graduado del Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador, ITAE, le cuenta a LaRepública que su práctica ha sido básicamente desde la exploración de la pintura, que ha trabajado sus series de luchadores de sumo, y que, ahora, ha abordado el mundo del cartoon, y ha creado personajes, algunos zoomorfos, a quienes los ha puesto en estos escenarios como los cuadriláteros».
«He tomado un poco de cosas que me quedaron de mi obra anterior de los luchadores de sumo, me quedaron cosas sin resolver, a veces, la obra te pide que busques otros medios, por ejemplo, con los luchadores de sumo de resina que se exhiben sobre esa mesa, a los que veía la necesidad de llevarlos a un espacio 3 D.»
» Y detrás de todo está la problemática de volúmen, de la masa, de la textura, y está pintado con acrílico. La pintura es desenfadada, no es que yo me pongo a calcular.»
LR: ¿es siniestra tu pintura?
RV: Es siniestra en algunos cuadros, no en todos, en otros se siente un poco más el humor, en otros un poco más lo burlesco, lo mórbido, desde el punto de vista de nosotros como espectadores cuando nos enfrentamos a estos shows de peleas, a ver como dos personas se golpean, se producen deformaciones y sacamos las cámaras y nos ponemos a filmar, a tomar fotos y comenzamos a querer ver siempre ver más, más sangre. Es este lado morboso de ver a otras personas destruyéndose, golpeándose»
El artista y curador Pablo Andino dice: «… Hay algo claramente perverso e incorrecto en sentir placer en la deformación de alguien más, y sin embargo ahí nos sitúa Valdez. Entonces cabe preguntar: ¿de quién o de qué nos estamos riendo?, ¿nos estamos riendo de nuestra propia situación?»
«Los escenarios de PunchPown interpelan al espectador y lo posicionan de manera incómoda frente a la pintura. No es en vano que, al enfrentarnos a “Ugh…!!!”, uno se sienta parte del público: en “primera fila” y sin oportunidad de distanciamiento».
«La verdadera incomodidad viene cuando uno se percata de que el público de estas escenas de box está babeante de morbo y espectáculo». Con PunchPown el artista toma el desafío de lo social y se adentra en un mundo de sombras y sospechas. Sin duda, la pintura de Valdez toca la vida cuando toca la mugre», dice Andino.
LR: ¿Qué es lo siguiente después de esta exposición?
RV: «Como artista, uno siempre es inquieto», dice Raymundo, «El hecho de haber hecho esto no significa que voy estar inactivo, sino todo lo contrario. Voy a seguir dibujando, creando. Si uno deja de hacer esto, puedo ocurrir que se bloquee creativamente, que le cueste retomar el ritmo de pintar a diario, si uno para dos meses, pongamos por ejemplo, el volver a tu taller y hacer el ejercicio de pintar todo el día te va a tomar mucho más trabajo que sino lo hicieras. Yo siempre me esfuerzo cuando hago una obra, trato de hacerla bien.»
El artista Raymundo Valdéz. Foto: LaRepublica.ec
(I) mrjc/Fotos LaRepública.