Sacerdote que filtró documentos del Vaticano confiesa que se acostaba con la asesora del Papa

Lucio Ángel Vallejo Balda.

Ciudad del Vaticano, 7 dic (EFE).- Al juicio que se celebra en el Vaticano contra cinco personas por filtración y publicación de documentos, el llamado caso «Vatileaks2«, se suman nuevos alicientes con la admisión como testigos del secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, y del cardenal español Santos Abril y Castelló.

Durante la tercera vista de este proceso, que en un principio se creía sería rápido, las excepciones y nuevas pruebas que los abogados pidieron hicieron que se produjese un nuevo parón ya que por el momento no se fijó una nueva fecha para continuar.

Hoy se esperaba el interrogatorio de uno de los cinco imputados, el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo, pero esto aún tendrá que esperar y todo indica que a este ritmo el juicio se prolongará durante principios del próximo año.

Vallejo, de 54 años, y su antigua amiga íntima, la relaciones públicas italiana Francesca Immacolata Chaouqui, de 34, están acusados por la fiscalía vaticana de sustraer y filtrar abundante documentación secreta sobre las finanzas de la Santa Sede. Unos documentos a los que tuvieron acceso como miembros de la COSEA, una comisión instituida por Jorge Mario Bergoglio para supervisar las finanzas de la Santa Sede, y que terminaron formando parte de sendos libros publicados recientemente por los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, también inculpados por el Vaticano en un proceso cuya vista oral se inicia mañana lunes.

Vallejo ha confesado a la Gendarmería del Vaticano que entregó los documentos secretos a Francesca Chaouqui porque estaba apasionado por ella, desde que se acostaron por primera vez en un hotel en Florencia el 28 de diciembre de 2014.

Los documentos habrían acabado en manos de los periodistas también imputados Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi y fueron publicados en dos libros «Via Crucis» y «Avaricia», respectivamente.

Pero el sacerdote riojano, que llegó al Vaticano en septiembre de 2011 al ser nombrado por Benedicto XVI como secretario de la Prefectura de los Asuntos Económicos, argumenta que lo hizo enajenado y presionado por Chaouqui, con quien asegura mantuvo una relación sexual en una ocasión.

Francesca Immacolata Chaouqui.
Francesca Immacolata Chaouqui.

Especifica que ante estas presiones filtró los documentos «menos peligrosos, dañinos (para el Vaticano) o de menos valor».

Esta es la primera versión de los hechos, está escrita junto con su primera abogada y durante días ha llenado las páginas de los diarios italianos, pero aún no está claro si la nueva letrada de oficio del sacerdote español, Emanuela Bellardini, decidirá seguir por este camino.

Vallejo Balda es el único de los cinco que sigue detenido desde el 1 de noviembre en el edificio de la Gendarmería del Vaticano al no haber querido expresamente pedir la excarcelación o el arresto domiciliario.

También se han producido acusaciones de presiones, entre ellas insultos que también se han podio leer en mensajes de la red «whatsapp» publicado por los medios y de los que se tendrá que defender Chaouqui.

La relaciones públicas, embarazada de tres meses y que estuvo once horas detenida entre los muros vaticanos, ha negado categóricamente en entrevistas con los medios y en su perfil de la red social de Facebook que hubiera mantenido relaciones sexuales con el español y que ella filtrase los documentos a los periodistas, a quienes, asegura, conocía ya desde hace tiempo.

La principal novedad de la vista de hoy es la lista de testigos, ya que a pesar de la oposición por parte del promotor de Justicia, Gian Piero Milano, a la comparecencia de algunos de ellos por no considerarles «pertinentes», el presidente del Tribunal, Giuseppe Dalla Torre, admitió a todos ellos.

Vallejo Balda, de 54 años, secretario de la COSEA, la extinta comisión creada por el papa para que estudiase los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede, ha llamado a declarar como único testigo a Mario Benotti, que durante los hechos era un funcionario de la presidencia del Gobierno italiano.

Benotti se encuentra implicado en otra investigación en Italia relacionada con otra de las imputadas por filtrar los documentos, la ex miembro del COSEA Francesca Chaouqui.

La relaciones públicas es quien ha presentado como testigos tanto al secretario de Estado vaticano como al cardenal español, de 80 años, y que es presidente de la Comisión Cardenalicia de vigilancia del IOR (banco Vaticano) y arcipreste de la Basílica de Santa María Mayor.

Ambos, como justificó su abogada, Laura Sgro, para que indicasen cuales eran las relaciones entre Vallejo y su defendida durante el tiempo que funcionó la COSEA.

Por el momento se desconoce si los dos cardenales podrán rechazar acudir a sentarse a declarar en la pequeña sala del Tribunal italiano y pedir que se les preste declaración en otro lugar o incluso mandar a un emisario en su lugar.

Chaouqui también ha pedido como testigos al limosnero Konrad Krajewski y a monseñor Paolo Logiudice, entre otros, para que puedan demostrar que «no es un monstruo» y que se ha dedicado a «importantes obras de solidaridad y caridad», agregó su abogada.

Mientras que Gianluigi Nuzzi pidió como testigos dos propietarios de librerías para que se compruebe que él y el otro periodista acusado, Emiliano Fittipaldi, no se conocían, así como también a los periodistas Paolo Mieli y Paolo Mondani.

El otro imputado, el colaborador de la COSEA, Nicola Maio citó como testigo a monseñor Alfredo Abbondi, jefe de la secretaria de la Prefectura Económica vaticana.

Entre las nuevas pruebas que serán incluidas en el proceso se encuentran las conversaciones telefónicas y mensajes entre Chaouqui y Maio.

También serán incluidos correos electrónicos y otras comunicaciones relativas a mayo de 2015 presentes en el ordenador del sacerdote español.

La abogada del Vallejo, Emanuela Bellardini, no obtuvo la posibilidad de poder realizar una «pericia psicológica» de su asistido para comprobar «el estado psico-emotivo» en el que se encontraba el sacerdote español debido a la presiones de Chaouqui.

Mientras que el tribunal admitió que se incluyese en el sumario una «pericia psiquiátrica» a la que se había sometido cuando supuestamente recibía presiones de Chaouqui para filtrar información reservada.

Se trata de un documento que se encuentra en su piso y que tendrá que ser recogido por parte de la Gendarmería del Vaticano.

Se tendrá hasta el 14 de diciembre para presentar los peritos informáticos y realizar las pericias del nuevo material.

Después se realizará una audiencia a puerta cerrada en la que se analizarán cuáles son las conversaciones, comunicaciones y correos que son admitidos en el proceso, y finalmente se determinará la fecha de la próxima audiencia. EFE

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