Son la peor pesadilla de Bolívar

Martina Vera

No hay almuerzo familiar. No hay café con los amigos. No hay sonrisas, novedades ni descuidos. Ese repetitivo y vacío remedo de domingo es crónico para quienes perdemos, a la distancia y con el paso del tiempo, la fe y el espíritu que nos brinda el hogar. Hoy, los latinoamericanos que emigramos no solo llevamos a cuestas aquel domingo con la esperanza de hallar mejores oportunidades educativas y laborales en el exterior, sino que también lo hacemos principalmente en busca de la democracia. Los padres del preso político venezolano Leopoldo Lopez Gil han encontrado a esta última y vivirán a partir de ahora como nacionales en España. ¿Qué pensaría Bolívar, el prócer en quien dicen inspirarse los totalitarios del Siglo XXI de que sea España quien ahora libere a nuestros pueblos sometidos?

La España de Bolívar

En pleno Siglo XXI aún huimos del totalitarismo; en Latinoamérica algunos lo ejercen en nombre de Bolívar, como si el Libertador hubiese creído en la benevolencia de quien gobierna con una mano en el látigo y la otra en el bolsillo. Curiosamente es España, aquella nación de la que el Bolívar liberó a nuestros pueblos en 1819, aquella que acoge a quienes huyen del yugo y la persecución tirana de los que gobiernan en su nombre. Qué disgusto se llevaría el prócer al ver que por obra y gracia de sus fanáticos empedernidos, ya no somos los latinoamericanos quienes defienden la justicia, la libertad y la democracia. Ya no somos su sueño, sino su peor pesadilla; España es más bolivariana que nuestros caudillos.

¡No más domingos perdidos!

Mientras el estado español ampara los derechos de los López Gil y les concede la nacionalidad, el estado venezolano se burla de ellos sin piedad, sin temor y sin descuido. Mantiene a Leopoldo López en prisión a pesar de que el propio fiscal que lo acusó revela que el juicio fue una injuria. Emite una orden de captura contra Leopoldo López Gil (padre del líder de Voluntad Popular) por no declarar ante un tribunal de justicia prostituido al oficialismo. A la vera de una apabullante derrota en las elecciones del 6 de Diciembre nombra  Defensora Pública durante 7 años a la jueza Susana Barreiros, responsable de condenar a Leopoldo en un juicio plagado de irregularidades. Se burlan así Maduro, sus secuaces, y sus imitadores (en nuestro país) de los ideales de Bolívar y de los derechos del pueblo.

Verdadero desprecio despertarían en Bolívar la injusticia, la calumnia, la persecución, el desfalco y la doble moral de Totalitarismo del Siglo XXI del que somos víctimas. Después de todo, fue él quien maldijo al “soldado que apunta su arma contra el pueblo”. Es también Bolívar quien nos recuerda que, “cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”. Esas palabras no devolverán a los Lopez Gil ni los miles de venezolanos y ecuatorianos en el extranjero, sus domingos perdidos, pero si han de revigorizar la lucha por el derecho de recobrar los domingos vividos.

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