Es uno de los estrenos más esperados de los últimos años. Legiones de fans en todo el mundo aguardan con ansiedad el desembarco en las salas de «Star Wars: The Force Awakens«, el séptimo episodio de la saga con la que George Lucas revolucionó el negocio del cine hace casi cuatro décadas.
Tras el preestreno ayer en Los Ángeles (EE.UU.) para un puñado de privilegiados, el estreno mundial será el 18 de diciembre. Los más de 50 millones de entradas despachadas en preventa dan una idea de las expectativas.
Los expertos calculan que podría llegar a recaudar 2.500 millones de dólares en todo el mundo, lo que la catapultaría como la segunda más taquillera de la historia, sólo superada por «Avatar» (2.788 millones).
Y eso que el 2015 ha puesto el listón muy alto en lo que a taquillazos se refiere. Otros dos filmes estrenados este año, «Jurassic World» (1.668 millones) y «Furious 7» (1.514 millones), se han colado ya en el top 5 de las más lucrativas de todos los tiempos.
El encargado de asumir el reto de acercar el universo «Star Wars» a una nueva generación, sin decepcionar a los ya fieles, y sentar las bases de una nueva trilogía es J.J. Abrams. El creador de series como «Lost» y «Fringe» ya pasó la prueba del algodón como renovador de sagas galácticas con «Star Trek».
Su deseo de recuperar el espíritu de la trilogía original quedó patente desde el momento en que fichó como coguionista a Lawrence Kasdan, coautor de los libretos de «The Empire Strikes Back» y «Return of the Jedi».
Y también es visible en los tráilers, con una estética polvorienta y escenarios y actores reales, lejos del abuso de efectos especiales que desilusionaron a muchos en los episodios I, II y III, estrenados entre 1999 y 2005.
Rodada en Abu Dabi en 2014, «The Force Awakens» es la primera entrega de Star Wars desde que Lucasfilm es parte de Disney. Pero algunas tradiciones no cambian, como el máximo esfuerzo desplegado para que no trasciendan detalles del guion antes del estreno.
Hasta tal punto ha sido así, que los periodistas de Los Ángeles han entrevistado a los protagonistas sin haber visto el filme, en contra de lo que es habitual. Todo esto no ha impedido que los fanáticos elaboren pormenorizadas teorías analizando cada tráiler, plano a plano.
El episodio VII transcurre 30 años después del final de «Return of the Jedi», cuando Luke Skywalker devolvía a su padre Anakin al lado luminoso de la fuerza, segundos antes de morir, y la segunda Estrella de la Muerte estallaba con Palpatine dentro, poniendo supuestamente fin al Imperio.
En el nuevo relato, los herederos del lado oscuro forman la Primera Orden, que aspira a volver a los tiempos imperiales. En sus filas, Domnhall Gleeson como el general Hux, Gwendoline Christie («Game of Thrones») como capitana Phasma, Andy Serkis (el actor que fue Gollum) como el líder Snoke y, el más misterioso, Kylo Ren, interpretado por Adam Driver.
El reparto es una mezcla de veteranos -incluidos Harrison Ford, Mark Hamill, Carrie Fisher y Chewbacca- y nuevos fichajes, aunque aparentemente serán estos últimos los que acaparen el protagonismo, en particular Rey (Daisy Ridley) y Finn (John Boyega).
De ellos se sabe poco y se especula mucho -¿hijos respectivos de Han Solo y Luke?-. Finn es un soldado imperial cuya vida corre peligro por algún motivo, mientras que Rey es una carroñera del desierto. Junto a ellos, en la Resistencia -heredera de la República rebelde- estará Oscar Isaac, un piloto llamado Poe Dameron.
Lupita Nyongo, Max von Sydow, Simon Pegg están también en el reparto. Y en el terreno androide, junto a C-3PO y R2D2, debuta BB-8, el robot rodante.
Hasta ahora, la película más taquillera de la saga «Star Wars» ha sido el episodio I, «The Phantom Menace», que recaudó 1.027 millones de euros en todo el mundo, lo que la coloca en el puesto 20 de la clasificación histórica.
No obstante, y teniendo en cuenta las distorsiones de la inflación, la web especializada Box Office Mojo eleva al segundo puesto al filme original de 1977, «Star Wars», con los años rebautizado como episodio IV «A New Hope».
La devoción de los seguidores es tal que ha trascendido a lo religioso y existe una Iglesia Jedi, con miles de feligreses en todo el mundo, basada en el batiburrillo de creencias de raíces orientales en las que se inspiró el propio Lucas para sus guiones. EFE (E)