
COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Las autoridades de Sri Lanka comenzaron el martes la destrucción de un cargamento de marfil africano incautado hace tres años, tras una ceremonia en la que monjes budistas dieron su bendición a los elefantes abatidos para que tuvieran una próxima vida mejor.
El origen del marfil se ha rastreado hasta el norte de Mozambique y Tanzania, y las aduanas de Sri Lanka lo han tasado en 368 millones de rupias (más de 2,5 millones de dólares). Las autoridades señalan que el marfil, incautado en el puerto de Colombo, se transportaba a Dubai a través de Kenia y Sri Lanka.
La destrucción se produjo en una elaborada ceremonia en Colombo a la que acudieron políticos, funcionarios y diplomáticos.
El marfil fue reducido a piezas más pequeñas por máquinas. Los fragmentos se reducirán después a cenizas en hornos de alta temperatura en una fábrica de concreto. (I)
The Associated Press