Merkel da luz verde a petición turca contra humorista por sátiras a Erdogan

La canciller alemana, Angela Merkel -en medio de discusiones en la coalición de gobierno y de duras críticas de diversos sectores-, ha dado luz verde para que se abra un proceso contra el humorista Jan Böhmermann por un poema presuntamente injurioso contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

La propia Merkel, al anunciar la decisión, admitió que había habido posturas diferentes dentro de la coalición, confirmando indirectamente una versión según la cual el Partido Socialdemócrata (SPD), socio minoritario del gobierno, estaba en contra de ceder ante Erdogan.

Después los ministros de Exeriores, Frank Walter Steinmeier, y Justicia, Heiko Maas, ambos del SPD, dejaron constancia de su desacuerdo con la decisión de Merkel.

En la decisión estuvieron involucradas las dos carteras, además de la cancillería y el ministerio de Interior, y los dos ministros socialdemócratas votaron en contra.

«En igualdad de votos, la decisión la tomó la canciller», dijo Steinmeier.

Maas dijo que la decisión era equivocada en medio de una discusión sobre la libertad de prensa en Turquía.

«La decisión la considero equivocada», manifestó por su parte el jefe del grupo parlamentario del SPD, Thomas Oppermann, casi inmediatamente después de anunciar Merkel que había aceptado la petición turca.

El Gobierno turco, en una nota verbal, había pedido la apertura de un proceso basado en el artículo 103 del Código Penal alemán que tipifica como delito la injuria a jefes de Estado extranjeros y establece penas de hasta cinco años de cárcel.

Para que ese artículo se aplique se requiere que el estado afectado tenga relaciones diplomáticas con Alemania, que haya una solicitud expresa de parte de ese estado y que el Gobierno alemán de luz verde a un proceso.

En medio de la discusión desatada por la nota verbal turca se multiplicaron las propuestas de abolir el artículo 103 del Código Penal, considerado por muchos juristas como una reliquia del siglo XIX.

«Se trataba de una norma de una época en que una injuria a un representante de un estado extranjero podía desembocar en una guerra», escribió a comienzos del debate el periodista y jurista Heribert Prantl en el diario «Süddeutsche Zeitung».

Una de las consecuencias del caso Böhmermann será con casi absoluta seguridad que el artículo 103, que la propia Merkel calificó hoy de anacrónico, será abolido durante esta legislatura.

Es incluso probable que la abolición del mismo -con la que están de acuerdo todos los partidos- termine desactivando un posible proceso contra Böhmermann.

Sin embargo, al margen de la decisión tomada hoy por Merkel, Böhmermann tendrá probablemente que enfrentarse a otro proceso ya que Erdogan, además de enviar una nota verbal, presentó a través de un abogado una demanda por injurias como ciudadano particular a través de un abogado.

Antes de que estallase el caso actual, ya había habido una primera intervención turca que citó al embajador alemán en Ankara, Martin Erdmann, tras otra sátira contraErdogan difundida el pasado 17 de marzo por el programa «Extra 3» del canal regional NDR.

En esa ocasión, Alemania rechazó la protesta turca al apelar a la la libertad de expresión y de creación como valores consagrados con rango constitucional.

Luego Böhmermann, en un programa emitido el 31 de marzo, hizo una sátira en la que decía que quería explicarle a Erdogan lo que era permitido en Alemania -por estar cubierto por la libertad de expresión- y lo que rebasaba los límites de la misma.

Como ejemplo, puso como ejemplo el poema que leyó en el que llama a Erdogan «follacabras», entre otros variados insultos que incluyen acusaciones de abusos a niños.

Algunos juristas sugieren que el poema, por estar enmarcado en una sátira sobre la libertad de expresión, está protegido por la libertad de creación, pese a las presuntas injurias.

Böhmermann, entre tanto, está bajo protección policial y ha cancelado sus últimos programas.EFE (I)

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