Segundo avión y 21 camiones con vituallas parten hacia la zona del terremoto

Ambato, 18 de abril del 2016 El Hospital Móvil de Ambato es desarmado por parte de los Militares de la Escuela de Soldados para trasladarlo a Manabí. APIFOTO/Carlos Campaña

Veintiún camiones con vituallas y un segundo avión con ayuda para los damnificados, en el que viajan también bomberos y voluntarios, salieron hoy desde la capital ecuatoriana hacia las zonas afectadas por el terremoto una magnitud de 7,8 grados Richter, que sacudió el sábado el noroeste del país.

El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, agradeció a los habitantes de la ciudad su solidaridad pues, tras el terremoto, cientos de personas respondieron a llamamientos en las redes sociales para recoger alimentos, bebidas, medicamentos e incluso juguetes, ya que hay muchos niños entre los afectados.

Instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales también han participado en la recolección de ayuda para los damnificados.

«En este momento sale el segundo convoy (21 vehículos) con ayuda humanitaria a cantones afectados ¡Gracias quiteños!», dice Rodas en su cuenta de la red social Twitter, donde añade que durante la madrugada se empezaron a repartir los alimentos y donativos en varios cantones cercanos a la localidad de Pedernales.

Rodas agrega que «los 52 vehículos con donativos y maquinaria que salió anoche desde el centro de acopio en Quito ya está cerca de Pedernales».

El alcalde precisa que en el segundo avión, que salió esta mañana de Quito con 7.000 kilos de ayuda humanitaria, viajaron también 63 bomberos y 22 voluntarios.

Los bomberos de Quito que se trasladaron poco después del terremoto a las zonas afectadas han logrado rescatar a tres personas con vida de entre los escombros en la ciudad de Manta.

Según el presidente de Ecuador, Rafael Correa, hasta el momento, asciende a 272 el número de muertos y a 2.068 el de heridos por el terremoto del sábado.

«Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros», dijo Correa anoche en Portoviejo, en la provincia de Manabí, en sus primeras declaraciones en el país tras regresar de Europa, donde participó en un foro académico organizado por el Vaticano.

El gobernante recalcó que «la tragedia es muy grande» y dijo que «hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros», pero aseguró que el país sabrá «salir adelante». EFE (I)

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