EE.UU. decidirá si publica informe sobre lazos saudíes en el 11S

El director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, dijo hoy que espera decidir antes del fin de junio si desclasificar parte de un informe sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S), lo que podría despejar la incógnita de si hubo funcionarios saudíes implicados en los atentados.

Se trata de 28 páginas de información confidencial de la comisión del Congreso estadounidense que investigó los atentados del 11-S, y que se refieren a las fuentes de apoyo extranjero a los terroristas de Al Qaeda que estrellaron cuatro aviones en Nueva York, Washington y Shanksville (Pensilvania) y dejaron casi 3.000 muertos.

«Estamos en el proceso de coordinar una posición común entre las agencias del Gobierno sobre la desclasificación de las 28 páginas», afirmó Clapper en una conferencia de prensa organizada por el diario The Christian Science Monitor en Washington.

Preguntado por si espera tomar una decisión antes del fin de junio y publicar los papeles para entonces, Clapper respondió que «ciertamente, ese es un objetivo realista».

La comisión que investigó los ataques concluyó que no había pruebas de que el Gobierno de Arabia Saudí o altos funcionarios de ese país hubieran proporcionado fondos a los terroristas implicados en los ataques, entre los que 15 eran de origen saudí.

Pero eso no frenó la especulación sobre la supuesta relación de funcionarios saudíes con el complot, y varios congresistas y excongresistas han pedido que se desclasifique cuanto antes la parte confidencial del informe para despejar las dudas al respecto.

«Creo que es inverosímil pensar que gente que no podía hablar inglés, que nunca había estado antes en EE.UU., que no estaba bien educada, pueda haber hecho eso (sola)», dijo sobre los terroristas el exsenador demócrata Bob Graham.

«¿Qué entidad es más probable que les haya facilitado ese apoyo? Yo creo que todas las pruebas apuntan a Arabia Saudí», añadió Graham, que copresidió la comisión bipartidista que investigó el 11-S, en declaraciones este domingo a la cadena NBC News.

La relación entre EE.UU. y Arabia Saudí se ha tensado a raíz de la posible publicación de ese informe y el debate en el Congreso de un proyecto de ley que permitiría a las víctimas de los ataques del 11-S demandar al Gobierno de Arabia Saudí por esos atentados.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha expresado su oposición a ese proyecto legislativo y el Gobierno saudí ha amenazado con adoptar represalias económicas si llega a enfrentar alguna demanda relacionada con los atentados.

Clapper dijo hoy también que la filtración en 2013 de documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) por parte del exanalista Edward Snowden ha acelerado enormemente la sofisticación de las tecnologías de codificación de datos en Internet.

«Desde nuestro punto de vista, eso no es algo bueno», apuntó Clapper, al asegurar que la disponibilidad de programas cada vez más avanzados de codificación dificulta la detección de posibles complots terroristas, en particular los del Estado Islámico (EI).

Ese grupo yihadista es, «de lejos, el usuario de Internet más sofisticado», y tiene programas que «les aseguran una codificación de principio a final» en todas sus comunicaciones, explicó.

Preguntado por si cree que el EI tiene células en el Reino Unido, Alemania e Italia como las que generaron los ataques en Bruselas, Clapper respondió que sí.

«Esa es una preocupación, obviamente, para nosotros y nuestros aliados europeos», subrayó el jefe de la inteligencia de EE.UU. EFE (I)

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