El nivel de agua «sigue muy crítico» en el embalse de El Guri en la principal hidroeléctrica de Venezuela, debido a una sequía agudizada por el fenómeno climático El Niño que ya obligó a decretar racionamientos de luz y agua, dijo el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta.
«Hoy, cumpliendo instrucciones del comandante presidente Nicolás Maduro, hicimos un recorrido aéreo por el embalse y la situación sigue muy crítica», escribió en la red social Twitter.
El ministro publicó una serie de fotos de ese embalse situado en el sureste del país y las comparó con otras captadas hace un mes y en todas se aprecia con facilidad el drástico descenso del nivel.
Motta no informa del nivel exacto de El Guri desde que a finales de abril reportó que se encontraba en los 242,07 metros sobre el nivel del mar, apenas dos metros por encima de la cota mínima operativa requerida para el funcionamiento de las turbinas.
Entre finales de abril e inicios de mayo llovió copiosamente en la zona y subió el nivel de la represa de la hidroeléctrica responsable del 70 % del consumo nacional de luz, lo que llevó al ministro a subrayar el jueves pasado que los pronósticos eran «buenos a pesar de que hace tres días que no llueve».
La última medida frente a la crisis, y que rige desde el pasado 1 de mayo, fue el adelanto en 30 minutos de la hora nacional, con lo cual la diferencia respecto de la hora internacional GMT (siglas en inglés de Greenwich Mean Time) se ha reducido de cuatro horas y media a solamente cuatro.
Para intentar reducir el consumo eléctrico y de agua y encarar la crisis, el Gobierno decretó previamente los racionamientos, de los que excluyó a Caracas, la reducción a dos días semanales de la jornada laboral en el sector público y que las escuelas solo impartan clases de lunes a jueves.
También que los centros comerciales operen en horarios restringidos y generen con equipos propios parte de la electricidad que utilizan, entre otras disposiciones.
La generación hidroeléctrica aporta el 60 por ciento de la electricidad de Venezuela, cuyos casi 30 millones de habitantes registran un consumo promedio de 15.500 megavatios por hora.
Un 40 por ciento de ese consumo eléctrico es residencial, principalmente con el masivo uso de aparatos de aire acondicionado que son prácticamente obligatorios en abril y mayo debido al aumento de la temperatura ambiental durante esos meses.
Del 60 por ciento restante, un 24 por ciento corresponde al consumo comercial e industrial y un 21 por ciento al consumo eléctrico de las llamadas empresas básicas, productoras de aluminio, principalmente, y el 15 por ciento restante corresponde a la atención de otras diversas necesidades. EFE (I)