El concierto de los Rolling en Montevideo generó más de 3.000 noches de hotel

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El concierto que los Rolling Stones ofrecieron en el Estadio Centenario de Montevideo el pasado 16 de febrero generó hasta la fecha la contratación de más de 3.000 noches hotel en la capital uruguaya.

La mayoría de los turistas que decidieron visitar Montevideo a raíz del concierto son argentinos, brasileños y residentes en el interior del país, según datos del Ministerio de Turismo recabados por Efe.

La cuantificación económica de estas noches de hotel se acerca a los 200.000 dólares, a lo que hay que añadir la repercusión de estas visitas en restaurantes, centros comerciales, tiendas y otras actividades, lo que puede suponer más de 300.000 dólares adicionales. Un efecto similar que con el concierto ofrecido por Paul McCartney, en el mismo escenario, el 19 de abril de 2014.

Momentos antes de que los Rolling Stones ofrecieran en el Estadio Centenario su concierto, declarado de interés nacional por el gobierno uruguayo, los músicos británicos fueron obsequiados con una réplica del balón usado en el Mundial de 1930, el primero que se disputó en la historia, conquistado por la Celeste y jugado sobre suelo uruguayo.

La entrega del balón fue realizada por la ministra de Turismo de Uruguay, Liliam Kechichián, acompañada de su viceministro, Benjamín Liberoff, y del viceministro de Economía, Pablo Ferreri.

Las autoridades mencionadas también entregaron a los integrantes de la banda británica otros objetos representativos del país, como una bufanda con la inscripción de la marca país «Uruguay Natural» y un libro con fotografías de calidad de los principales destinos turísticos.

La inconfundible voz de Mick Jagger y sus sensuales movimientos de cadera, las guitarras de Ron Wood y Keith Richards -que cantó un par de temas en una especie de interludio del espectáculo- y el hierático batería Charlie Watts, cautivaron el 16 de febrero a los 55.000 espectadores del concierto.

Con la única iluminación del imponente escenario, dispuesta sobre el césped del estadio, las gradas se llenaron de los centelleantes flashes de cámaras y teléfonos celulares, con un público que no quiso perderse la oportunidad de capturar el comienzo de un momento inédito y que arrancó al son de «Start me Up».

El Estadio Centenario fue construido expresamente para acoger el Mundial de 1930, que coronó a Uruguay como primer campeón del mundo de fútbol tras derrotar en la final a Argentina. EFE (E)

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