Las fuerzas iraquíes avanzan en Faluya ante la resistencia islámica

Faluya

Las fuerzas iraquíes continúan avanzando frente al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en el segundo día de su ofensiva para recuperar el control de la ciudad oriental de Faluya, aunque los yihadistas están ofreciendo resistencia.

Las unidades antiterroristas se sitúan a tan solo un kilómetro de la entrada este de Faluya, pero tienen dificultades para penetrar en la urbe debido a los artefactos explosivos colocados por el EI y los disparos de sus francotiradores, explicó a Efe una fuente de seguridad de la provincia de Al Anbar.

Faluya es la segunda ciudad más grande de esta provincia situada en el oeste de Irak y se ubica a tan sólo 50 kilómetros al oeste de la capital, Bagdad, por lo que su dominio es muy importante para las autoridades iraquíes.

Por otra parte, el Ejército iraquí prosiguió avanzando en la zona de Al Saqlauiya, el norte de Faluya, en medio de enfrentamientos con los yihadistas, de los cuales decenas fueron abatidos o heridos, según la fuente, que no precisó el número de las víctimas mortales.

Mientras, al menos 40 combatientes del EI fallecieron en enfrentamientos con las fuerzas iraquíes y en ataques aéreos al sur de la ciudad, en las afueras de la zona de Al Naimia.

Los yihadistas intentaron lanzar un ataque contra las tropas iraquíes en la zona, pero las fuerzas gubernamentales lograron repeler el asalto e infligirles grandes pérdidas, según la fuente consultada por Efe.

Los uniformados sobre el terreno cuentan con el respaldo aéreo de la coalición internacional antiyihadista, capitaneada por EE.UU., así como con el apoyo de la aviación iraquí, que han intensificado sus bombardeos en los últimos días.

En las operaciones militares están participando unidades antiterroristas, del Ejército y de la Policía iraquíes, apoyados por las milicias chiíes Multitud Popular y combatientes de tribus suníes locales.

El mando conjunto de esas fuerzas anunció ayer el inicio del asalto final sobre Faluya, una semana después del comienzo de la ofensiva para expulsar al EI de toda la zona.

La organización radical se hizo fuerte en la región y conquistó Faluya a principios de 2014, antes de declarar un califato en los territorios bajo su dominio en Irak y en Siria en junio de ese año.

Las fuerzas iraquíes consiguieron recuperar la capital de Al Anbar, Ramadi, a finales de 2015, después de más de seis meses en manos del EI, pero los yihadistas siguen teniendo una destacada presencia en la provincia, que es la más amplia del país y es la puerta de entrada a Siria, Jordania y Arabia Saudí.

La operación para liberar Ramadi duró aproximadamente un mes y se dividió en tres fases, como la actual ofensiva de Faluya, y la liberación del núcleo de la urbe se consiguió en una semana, después de haber cercado la ciudad y expulsado a los combatientes radicales de sus alrededores.

En esta ocasión, se está siguiendo la misma estrategia pero la batalla contra los yihadistas en el interior de los centros urbanos no es fácil, principalmente por las decenas de miles de civiles que están atrapados en el fuego cruzado.

Medio millar de residentes de Faluya fueron evacuados de la urbe la semana pasada antes del inicio de la ofensiva gubernamental, a través de corredores seguros, y el primer ministro, Haidar Al Abadi, instó a los habitantes a abandonar la ciudad o permanecer resguardados en sus casas.

La ONU ha alertado del peligro que corren los civiles que se encuentran en Faluya, que se calcula que son unos 50.000.

El pasado viernes, la máxima autoridad religiosa chií en Irak -Ali al Sistani-, instó a proteger a los «civiles inocentes» y a «liberar a los que son utilizados por el enemigo como escudos humanos».

Se teme que la participación de las milicias chiíes en la ofensiva de Faluya, de población mayoritariamente suní, pueda dar lugar a la violencia y venganzas sectarias, como ya ha ocurrido en otras zonas de Irak en las que las milicias de ambas ramas del islam han tomado represalias.

Por otra parte, las fuerzas iraquíes siguen avanzando frente al EI en el otro principal frente de batalla, situado en la provincia de Nínive, el norte del país, donde el grupo conserva su bastión de Mosul.

Al menos 27 yihadistas murieron hoy en enfrentamientos con las tropas gubernamentales, que se desencadenaron después de que atacaran posiciones del Ejército en el distrito de Majmur, al sur de Mosul.

Tanto las tropas de Bagdad como los soldados kurdos «peshmergas» se enfrentan al EI en varias zonas de Nínive, con el apoyo de la coalición internacional y de milicias locales, y con el objetivo último de arrebatar a la organización su «capital». EFE (I)

Más relacionadas