Negocios en aguas profundas

Héctor Yépez Martínez
Guayaquil, Ecuador

La olla se destapó al revelarse una propuesta de la empresa extranjera DP World para construir y operar el puerto de aguas profundas en Posorja, parroquia rural y costera de Guayaquil. Si bien todos apoyamos la inversión en un nuevo puerto para Ecuador, la noticia causó conmoción porque la empresa ofrece pagar mucho menos en regalías al Estado que la actual concesión de Contecon en el puerto principal de Guayaquil, cobrar tasas más altas a los usuarios, ganar un proceso a dedo sin concurso ni competencia, limitar el dragado y otros emprendimientos portuarios en un área inmensa desde Posorja, y quedarse al final con la infraestructura en manos privados, cuando en casos similares suele quedar en propiedad del pueblo ecuatoriano.

Atención: encarecer las exportaciones con más tasas y costos, que hoy ya son altos, significa peores condiciones para competir en el mundo. Y si vendemos menos afuera, casa adentro nuestro exportador cobra menos, nuestro agricultor recibe menos, hay menos fuentes de trabajo, hay menos dólares en la economía, se paga menos impuestos y se agrava la crisis.

Es todavía un secreto si el Gobierno aceptará o no las condiciones de DP World, pero el Presidente ha dicho públicamente que el acuerdo está casi cerrado y solo faltan formalidades. El problema es ese: no sabemos qué hay bajo la mesa. Mientras se habla a diestra y siniestra de transparencia en el oficialismo, resulta que el mayor proyecto portuario del Ecuador se cierra entre gallos y medianoche. Los ciudadanos tenemos derecho a saber cómo se negocia un asunto de tal magnitud. Cuidado en vez de un nuevo puerto, nos quieren meter piratas en el último año de gobierno.

@hectoryepezm

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