La revolución de Bernie se resiste a perder gas en manos de Clinton

Bernie Sanders. Foto por Wikipedia.

El de hoy podría ser el último acto de la campaña presidencial a la Casa Blanca del aspirante demócrata Bernie Sanders y su «revolución política», que sus simpatizantes se resisten a abandonar en manos de la oficiosa candidata del partido Hillary Clinton.

Tras un día vertiginoso que le llevó a reunirse con el presidente Barack Obama, el vicepresidente, Joseph Biden, y el liderazgo demócrata del Congreso, Sanders se dio un baño de masas en un mitin previo a las primarias del Distrito de Columbia del martes, las últimas.

Pese a que Clinton ya ha garantizado su victoria en la convención del Partido Demócrata de julio, Sanders y sus simpatizantes seguían hablando hoy como si las primarias acabaran de comenzar y las posibilidades de llevar su revolución a la Casa Blanca se mantuvieran intactas.

«Hace una año nadie daba nada por nuestra campaña y aquí seguimos a mediados de junio, aún vivos», aseguraba Sanders, que, no obstante, hoy se dedicó a negociar con la élite demócrata cómo mantener su agenda progresista en un partido liderado por Clinton.

Clinton y los demócratas no pueden perder los millones de apasionados seguidores progresistas que han cristalizado gracias a este senador de Vermont de 74 años, quien se han convertido en el político que más pequeñas donaciones ha recaudado en la historia estadounidense.

«Yo nunca pensé que a mi edad fuera a sentirme ilusionada por una campaña y mucho menos que lo haría para votar por un hombre blanco. Clinton fue mi candidata en 2008, pero es Bernie el que hoy habla a mis ideas», explicaba a Efe Sussie St. Dennis en una multitud que vino hoy a Washington para participar en el que podría ser el último acto de campaña de este autodenominado «socialista».

Bernie llegó en olor de multitudes despeinado tras una jornada maratoniana para no dar ni una sola señal de que su estrategia ya no era para ganar. «Aún tenemos que esperar a que finalice el recuento de California», aseguraba, pese a que Clinton le saca 13 puntos y se sumará, al menos, la mitad de los delegados del estado.

«Esta es la última oportunidad en el proceso de primarias de demostrar que queremos liderar una revolución política», arengaba Sanders a unos partidarios que se resisten con uñas y dientes a que la revolución quede en manos de Clinton, heredera del sistema político tradicional.

«Votaré por Sanders, aún no ha terminado su campaña y espero que se mantengan las posibilidades de cara a la convención», reflexionaba St. Dennis, pese a que el número total de delegados favorece a Clinton y solo restan las primarias de Washington, que en términos matemáticos ya es irrelevante.

«No me veo votando a Clinton aunque digan que es la única opción para frenar a Donald Trump. Creo que este movimiento, esta revolución, es más grande que Bernie y continuará en el futuro para cambiar el Partido Demócrata o abrir nuevas opciones, como puede ser el socialismo», señala Mena.

«Siempre le agradeceré a Sanders que me haya permitido votar por primera vez por una revolución democrática que se centra en los verdaderos problemas de este país, en la gente y no en los grandes intereses», señalaba Mike, de 18 años.

No obstante, el joven reconoce que votará por Hillary Clinton cuando llegue el 8 de noviembre, porque el principal objetivo debe ser evitar que Donald Trump, el virtual candidato de los republicanos, llegue al Despacho Oval.

«A esta campaña le ha ido tan bien porque hemos hecho algo inusual: decir la verdad», apuntaba Sanders, que en este mitin volvió a insistir en la necesidad de trabajar por «la justicia social, la justicia racial, justicia económica y medioambiental».

«Hemos dado voz a la gente, a los estadounidenses, no a las grandes corporaciones o al uno por ciento (rico)», añadía Sanders en un tono que sonaba a despedida.

«Necesitamos un cambio real y ningún presidente puede hacer esto por su cuenta, se necesita a millones de personas que luchen y demanden un gobierno que represente a todos», insistía Sanders, ante unos seguidores que, en algunos casos, no pudieron contener las lágrimas.

«Bernie ha conseguido atraer a millones a la política y acercarlos al Partido Demócrata», reflexionaba hoy en entrevista con MSNBC la senadora progresista Elizabeth Warren.

La posibilidad de que los seguidores de Sanders se mantengan en la órbita demócrata sigue siendo el gran enigma de estas elecciones. Ante las dudas, a las puertas del mitin de hoy el Partido Verde y el Partido de Socialismo y Liberación buscaban asistentes dispuestos a sumarse a ellos y acabar con el bipartidismo. EFE (I)

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