Natalie Madueño, la nueva joven estrella del drama danés con sangre andaluza

Natalie Madueño, actriz del drama danés. Foto www.dr.dk

Copenhague, (EFE).- La protagonista de «Bedrag», la última producción de la televisión danesa DR que sigue a títulos de éxito internacional como «The Killing» o «Borgen», es Natalie Madueño, una joven desconocida hace apenas unos meses y de origen andaluz.

Madueño (Copenhague, 1987) fue elegida tras pasar dos «casting» en febrero de 2014, sin haber acabado sus estudios en la Escuela de Teatro y sin experiencia delante de las cámaras: tras el estreno de la serie el invierno pasado, se convirtió en celebridad y los medios la coronaron como la nueva estrella emergente del audiovisual danés.

Un día, mientras estaba en medio de un curso para poner voz a una serie de dibujos animados, vio que tenía una llamada de la DR, pero tuvo que esperar varias horas a que acabaran las clases.

«Me encerré en una habitación y tomé aire. Sabía que lo iba a sentir mucho si no me elegían, y que me pondría muy contenta si lo hacían. Necesitaba un poco de tranquilidad. Llamé. Y me lo dieron. Fue increíble, no me lo creía. Les dije que no me tomaran el pelo», recuerda en una entrevista con Efe.

La elección motivó que se le diera a la protagonista de «Bedrag» (estafa en danés), una ambiciosa abogada, un nombre hispano, Claudia Moreno, más acorde con sus rasgos físicos, y en unas semanas pasó a compartir cámara con estrellas del cine danés como Nikolaj Lie Kaas.

«Nunca antes había trabajado delante de una cámara, estaba muy nerviosa por no hacerlo bien. Pensaba si estarían seguros, apenas me habían visto. Tenía miedo de no responder ni a sus expectativas ni a las mías. Y había tantas cosas por aprender, no sabía mucho de cámaras, ángulos, todo lo práctico era nuevo para mí», confiesa.

Ese nerviosismo, que duró meses, le sirvió en la interpretación de un personaje cuya fuerza ha cautivado a casi un millón y medio de telespectadores en Dinamarca (un país de 5,5 millones) y que los medios vinculan con el temperamento español que le viene de sangre.

«Al principio me hartaba, me parecía irritante que no me dejaran ser yo misma. Tiene gracia que cuando eres medio española y tienes temperamento se hable de temperamento español. Para mí es una fuerza impulsora. Estoy orgullosa de mis raíces. Amo esa parte española en mí», asegura.

Su padre llegó a Dinamarca desde la villa cordobesa de Almodóvar del Río a finales de la década de 1970 en busca de fortuna y nuevas experiencias, y aunque se acabó asentando en ese país nórdico, nunca dejó de viajar todos los años a su tierra de origen con su familia.

De los viajes en la infancia recuerda el choque de tradiciones, lo curioso que le resultaban las cabalgatas de Reyes o la costumbre de comer las uvas en Fin de Año, y como el vestido flamenco que le regalaron hizo que su sueño fuera ser algún día bailaora.

Aunque su padre murió cuando era una adolescente ha seguido viajando a ver a su familia -trasladada a Mallorca por motivos laborales-, animada también por el deseo de no perder sus raíces.

«Es la mitad de mí. Me siento en casa cuando estoy en España. Cuando escucho a alguien que habla español cerca de mí, siento que es una parte tan grande de mí como la danesa», explica.

El éxito internacional de las series de la DR y su condición de bilingüe hacen que sueñe con hacer algún día cine en español.

«Es algo que me encantaría, sería fantástico poder trabajar en España. Sería divertido, un reto, no solo por la diferencia del idioma, sino también de estilo. Espero que algún día sea posible. Sería un sueño», revela esta admiradora de Pablo Neruda.

El nombre de Pedro Almodóvar, al que considera «fascinante» y del que admira cómo construye los personajes, es el primero que menciona, también al mexicano Alejandro González Iñárritu.

Tras el éxito de «Bedrag», cuya segunda temporada está acabando de rodarse, le han llovido las ofertas -aparece en dos películas que se estrenan este año y ya tiene varios proyectos para 2017- y los elogios, que agradece y ve como un espaldarazo a su carrera, pero que no la distraen del foco principal: su trabajo de actriz.

También ha traído la fama, aunque la forma de ser danesa hace que todo transcurra sin agobios y que su vida diaria no haya variado.

Tras dos años sin haber estado en España, confiesa su ilusión por volver este verano y poder reencontrarse con su familia, ajena a que ahora ocupa portadas de diarios y se ha convertido en celebridad.

«No saben nada de esto. Va a ser divertido cuando se enteren», admite entre risas. EFE (I)

Más relacionadas