Santiago de Chile, (EFE).- El escritor chileno Manuel Silva Acevedo, autor de «Lobos y ovejas», y «Palos de ciegos», entre muchos otras obras, obtuvo hoy el Premio Nacional de Literatura 2016, distinción bianual que entrega el Estado a través del Ministerio de Educación.
El anuncio fue hecho por la ministro de Educación, Adriana Delpiano, junto a los integrantes del jurado que encabezó para zanjar este reconocimiento.
Todos ellos destacaron a Silva como «un poeta de gran oficio, de aciertos formales, de buen pulso, que retrata sin misericordia la precariedad del quehacer poético en nuestros días».
El jurado consideró la obra de Silva como una «presencia poética clave en nuestra literatura, desde su profético y multivalente poema Lobos y ovejas (1972)».
La comisión también tuvo en cuenta su trayectoria sostenida, que incluye grandes poemas eróticos en diversas claves, con un hablante muchas veces aporreado, y también poemas de sufrimiento con ecos bíblicos, que se hacen cargo de la degradación y la vergüenza, como «Bajo dictadura», y el reclamo contra la usura.
Por su parte, el ganador agradeció el reconocimiento, al asegurar que «este oficio tiene algo que ver con la carrera de postas».
«Uno recibe el bastón de sus poetas antecesores: Enrique Lihn, Jorge Teillier, y más hacia atrás, Pablo de Rokha, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Gabriela Mistral. Es una concatenación de oficios que se va actualizando según la época histórica que le toca a cada uno», aseveró.
Silva destacó, además, el valor generacional de esta distinción. «Pertenezco a la generación del 60, que somos una generación muy fraternal, que batallamos juntos nuestras primeras publicaciones. Había una gran promesa para nuestra generación, porque los 60 fueron una gran promesa de libertad, de cambios y destape. Y viene lo que todos conocemos, el golpe militar (1973) y nuestras expectativas se frustraron».
El poeta empezó a escribir a los 15 años, cuando estudiaba en el Instituto Nacional, y publicó su primer poemario, Perturbaciones, en 1967, a los 25 años, obra con la que se inscribió en la generación de poetas de 1960.
Después siguieron Lobos y ovejas (1976), Mester de bastardía (1977), Monte de Venus (1979), Terrores diurnos (1982), Palos de ciego (1986), Desandar lo andado (1988) y la traducción al alemán de Lobos y ovejas, Wölfe und Schafe (1989). EFE (I)