El insaciable apetito por la gasolina de EEUU, a prueba el puente del Trabajo

Foto de Archivo: La República

Este puente del Día del Trabajo, mientras millones de metros cúbicos de hielo se derriten en el ártico, los estadounidenses empujarán con sus desplazamientos en el último puente del verano el camino para que Estados Unidos consuma una cantidad histórica de gasolina al cierre de 2016.

Con los precios del combustible más bajos en más de una década, los estadounidenses han hecho suya la máxima de la oferta y la demanda y viajarán más kilómetros este lunes, festivo del Día del Trabajo, en más furgonetas de dos toneladas, que tras la crisis de 2009 habían momentáneamente dado paso a utilitarios pequeños, pero han vuelto a ser populares.

Según las predicciones de la Agencia de Energía de Estados Unidos (EIA) publicadas a finales de agosto, 2016 cerrará con un consumo de gasolina de 9,31 millones de barriles diarios, una subida del 1,5 % y un récord histórico que bate al alcanzado en 2007 y pone en evidencia las políticas de lucha contra el cambio climático cuando un litro de combustible cuesta solo 70 céntimos de dólar.

Los últimos datos disponibles, los de junio, confirmaron que el consumo de gasolina está a niveles nunca vistos en la historia de Estados Unidos y el dato fue el más alto desde que comenzó a tomar nota en 1946.

El Día del Trabajo pone fin mañana a un período vacacional en Estados Unidos que ha disfrutado del combustible más barato desde 2004, según datos de la web Gasbuddy.com, y ha llevado a los estadounidenses a recorrer trechos más largos de sus interminables kilómetros de carreteras.

Los desplazamientos por autopista en 2016 aumentarán, según los pronósticos de la EIA, un 2,5%, lo que echará por tierra el impacto de moderación del consumo de gasolina que tiene la mayor eficiencia energética de los nuevos modelos de automóviles.

Las emisiones del sector del transporte en Estados Unidos representan más de una cuarta parte del total de gases de efecto invernadero emitidos por el segundo emisor mundial tras China, que pese a los compromisos para luchar contra el cambio climático se tiene que rendir, al menos en lo referido a automoción, a la preponderancia de la economía familiar frente a la conciencia ecológica.

La EIA también espera que 2016 cierre en un ligero aumento de las emisiones de dióxido de carbono provenientes del sector energético en 2016, pero aún por debajo del nivel de 2005, marcado como cota que el país no debe ya superar y la referencia utilizada para sus objetivos de reducción con el horizonte de 2020.

Mientras tanto, más de 35 millones de estadounidenses se han lanzado a la carretera en estos tres días festivos, los últimos antes del inicio del curso escolar, de acuerdo con las estimaciones del club automovilístico AAA.

Las ayudas a la compra de vehículos eléctricos o la mayor eficiencia energética de los nuevos motores, por el momento, no es suficiente para frenar el consumo de gasolina y no permite una reducción radical de las emisiones procedentes del transporte por carretera.

Las emisiones del sector del transporte en Estados Unidos están por debajo de la cota de 2005, pero siguen por encima de los datos de los 90 y no muestran señales de tomar una clara tendencia bajista por el momento.

No obstante, el sector automotriz sigue confiando en que los motores de menor consumo, híbridos y eléctricos sigan adquiriendo popularidad pese a la gasolina barata en un país en el que el transporte ferroviario solo es una alternativa aceptable al automóvil en las grandes ciudades.

Pese a todo, el martes cuando se dé oficialmente por terminada la fuerte demanda de los conductores estadounidenses en las vacaciones estivales los analistas esperan que de nuevo los precios de la gasolina vuelvan a bajar, volviendo a bajar el incentivos de los conductores para contribuir a la lucha contra el cambio climático. EFE (I)

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