Luis Miranda, uno de los más importantes pintores del Ecuador, ha muerto ayer, 13 de septiembre, a los 84 años.
Pintor de cangrejos, balseros y pescadores que viven a la orilla del mar, Luis Miranda retrató la vida del hombre costeño. Educado en la Academia de Bellas Artes de Roma, a donde acudió tras ganar una beca de la Unesco, e influenciado por grandes maestros italianos como Américo Bertoldi y Mario Mafai, obtuvo el Primer Premio «Via Marguta» y el «Fiat» Premio en 1959; el Primer Premio «Vittorio Grassi», el «Odescalchi de cristal», de Brasiano, y la medalla de plata por «Il Giornale Di Italia», en 1960.
Tras una breve estadía en Ecuador, se estableció en Nueva York, donde vivió hasta 1976, año en que fue galardonado por el Primer Premio de Pintura en el Salón de Julio, otorgado por el Municipio de Guayaquil. En 1978, el Premio Nacional de Pintura del Banco Central; en 1982, recibió el Premio Nacional de Pintura de Ecuador.
En los ochenta, Miranda fue profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Guayaquil. En los últimos años, se mudó con su mujer, Gloria Guerrero, a Chanduy, donde se centró en la pintura de la vida cotidiana en la costa, las personas que trabajan, los pescadores y sus embarcaciones, los hombres que lanzan las redes, el mar, el estuario.
Su muerte se ha producido tras complicaciones de una operación de próstata. Su última obra se exhibe en el Museo Municipal de Guayaquil hasta fines de este mes.
