Marcha por la paz recorre Bogotá, líderes buscan solución

Mujeres sostienen velas durante una marcha por la paz en el centro de Bogotá, Colombia, el miércoles 5 de octubre de 2016. La marcha fue organizada en las redes sociales por grupos estudiantiles y movimientos sociales para pedir a la clase política y a los rebeldes de izquierda a no renunciar a un acuerdo de paz que fue rechazado por estrecho margen en el plebiscito del 2 de octubre (Fernando Vergara/AP Foto).

BOGOTA, Colombia (AP) — Miles de colombianos con velas en sus manos y agitando banderas blancas marcharon el miércoles por el centro de Bogotá para exigir a la clase política y la guerrilla no renunciar a un acuerdo de paz rechazado por estrecho margen en un plebiscito el domingo, mientras el presidente Juan Manuel Santos se reunió con su predecesor y acérrimo rival Álvaro Uribe para buscar solución a la crisis.

La «Marcha por la Paz» fue organizada en las redes sociales por parte de grupos estudiantiles y movimientos sociales. Muchos caminaron en silencio como se había pedido originalmente, mientras otros llevaban imágenes de sus seres queridos que están entre los 220.000 muertos durante el conflicto de medio siglo entre los militares, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los grupos paramilitares de extrema derecha.

«Es necesario que la clase dirigente entienda que hay una ciudadanía que necesita acuerdos reales y prácticos de manera inmediata», dijo Carlos Charry, un profesor universitario de 37 años. «El momento de la paz no se puede dilatar de manera indefinida. Es hora de que todos entendamos que no podemos seguir repitiendo los mismos errores que en los últimos 52 años».

Aunque las FARC han dicho que no tienen intención de volver al campo de batalla y animaron a los colombianos para que defiendan los acuerdos, no está claro si están dispuestos a renegociar los acuerdos firmados con bombos y platillos por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko.

Unas horas antes de la marcha, el presidente Santos y Uribe, dos archirrivales políticos de años, se reunieron y acordaron impulsar una comisión de delegados que busque una salida a la crisis generada luego del triunfo del «no» a los acuerdos de paz.

Santos tuvo que aceptar la reunión con Uribe tres días después de que el voto de rechazo al acuerdo con la guerrilla ganara por un margen estrecho y en una jornada con alta abstención de la ciudadanía.

«Manifestamos ajustes iniciales que deberán introducirse a los textos de La Habana, para buscar un nuevo acuerdo de paz que vincule a todos los colombianos», manifestó Uribe en una declaración y sin permitir preguntas de la prensa.

El líder del Centro Democrático reiteró su descontento con puntos del acuerdo como la aplicación de justicia para los rebeldes o algunos aspectos que a su entender atacarían a la propiedad privada.

Santos, por su parte, recalcó su optimismo a pesar del revés en el plebiscito.

«Estamos muy cerca de lograr la paz, una paz estable, duradera y con un apoyo ciudadano más amplio», manifestó Santos.

Ambos hablaron de la creación de la comisión de tres representantes por cada lado para que continúen en la búsqueda de una salida para rescatar los acuerdos de paz firmados el 26 de septiembre en Cartagena y tras cuatro años de negociaciones en la capital cubana.

Con «serenidad» y «realidad» se logrará ese camino, dijo Santos, quien agregó que seguirá las consultas con otros sectores políticos adversos al acuerdo en los próximos días. Aclaró que las propuestas que reciba serán consultadas y analizadas con los rebeldes.

A pesar de que Santos fue ministro en el gabinete de Uribe, ambos dirigentes no se habían encontrado en por lo menos seis años y la fuerte retórica, las críticas abiertas y las disputas primó entre el gobernante y el ahora popular senador.

Antes de su reunión con Uribe, el presidente Santos se citó con otro exmandatario, Andrés Pastrana, quien también apoyó la campaña por el «no».

«Todo el mundo pensaba que con el ‘no’ se dividía el país. Resulta que con el ‘no’ se unió el país», dijo Pastrana a la salida.

En la víspera funcionarios del gobierno encabezados por Humberto de la Calle se reunieron con los líderes guerrilleros en La Habana para saber la disposición de una posible renegociación de los acuerdos, algo que las autoridades habían mencionado como imposible durante su campaña por el «si».

Santos informó, además, que había dispuesto la extensión del cese al fuego hasta el 31 de octubre, poco después, el líder rebelde Rodrigo Londoño también conocido como «Timochenko», tuiteó: «¿De ahí para adelante continúa la guerra?».

Por su parte, el fiscal general, Néstor Martínez informó el miércoles que se mantenían suspendidas las órdenes de captura contra los miembros de las FARC.

En una muestra de lo que está en juego si la apuesta de Santos fracasa, otro comandante, conocido por su alias de «Pastor Alape», dijo en Twitter que todos los efectivos de las FARC «deben empezar a moverse a posiciones seguras para evitar provocaciones».

Desde que los acuerdos fueron rechazados en el plebiscito del domingo, los líderes de las FARC dejaron claro que no tienen la intención de reanudar el conflicto armado, y argumentaron que el voto negativo no tiene implicaciones legales.

«Debemos estar en paz cueste lo que nos cueste», dijo la profesora Jennifer López, de 28 años y una de las participantes de la marcha. «El encuentro entre Santos y Uribe no debió ser a puerta cerrada porque la paz y las decisiones las deben conocer el pueblo colombiano abiertamente». (I)

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