Rossy de Palma: «A Pedro Almodóvar le quise seducir desde la distancia»

NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 30/11/2016.- La actriz española Rossy de Palma durante una entrevista en el hotel Lowes Regency de Nueva York, Estados Unidos, hoy 30 de noviembre de 2016. EFE/Alba Vigaray

La actriz Rossy de Palma, que está de gira en EE.UU. promocionando «Julieta» y que próximamente estrenará «Toc, toc», de Paco León, y «Madame», de Amanda Sthers, explicó en una entrevista a Efe que a Pedro Almodóvar, quien le dio su primer papel en el cine, le quiso «seducir desde la distancia».

«Me movía en la misma noche madrileña que él cuando ya era una leyenda del ‘underground’ gracias a ‘Matador’ (1986) y ya había muchos pesados a su alrededor, pero yo pensaba: yo quiero seducirle desde la distancia», explicó.

Y lo consiguió. Una noche Almodóvar se fijó en su estilo y vestuario mientras tomaban una copa y el manchego le ofreció su primer papel en «La ley del deseo» (1987).

«Iba con un vestido que me había hecho yo de reciclajes. Tenía un cuerpazo. Espalda al aire alucinante, falda super mini, hebillas», relató. «Me preguntaron de dónde lo había sacado y le dije que todo me lo había hecho yo y me preguntó si querría hacer un papelito».

«Fue así al final. Yo le dije que encantada. Fíjate que yo ya quería haber ido al casting de ‘Matador’ pero no pude porque tenía un concierto en Alicante», añadió la actriz, que recordó que en la movida tenía un grupo, Peor Impossible, «con dos eses», que llegó a tener un hit del verano que se llamaba «Susurrando».

De Palma cuenta que cuando se sintió «actriz» fue en el papel que Almodóvar creó para ella en «Mujeres al borde de un ataque de nervios» (1988), donde también puso de su parte.

«Como me tomaba un gazpacho tóxico estaba todo el rato dormida y yo me aburría y me quejaba. Y, oye, quien no llora no mama. Pedro (Almodóvar) me dijo, ‘¿sabes qué?, haremos que tengas un orgasmo en sueños y así se te quitará la antipatía de las vírgenes. Y de ahí salió una escena», explicó.

Sobre los mitos sobre trabajar con el director manchego, afirmó habérselo pasado «siempre muy bien» con el director. «Sabe perfectamente lo que quiere, y eso te da mucha tranquilidad (…) tienes que tener la menta abierta y dejarte afinar, como un instrumento», dijo.

De Palma reconoció en la entrevista a Efe no imaginarse qué habría sido de su vida si no hubiera conocido a Pedro Almodóvar.

«La verdad es que la principio con la fama me saturé un poco. Me vino un poco grande, pero luego vas trabajando más y más y te vas mereciendo la atención», añadió.

«La verdad es que Almodóvar te da esa dimensión universal», apuntó la actriz, que le acompañó esta semana a Nueva York para la inauguración de la retrospectiva del MoMA a su carrera y el preestreno de «Julieta» en EE.UU., donde interpreta a una mujer que recuerda al ama de llaves de «Rebecca» (1940), de Alfred Hitchcock.

«Mi personaje es una mujer muy amargada, pobrecita, lo que le habrá pasado en la vida», dijo riendo antes de recordar que el personaje viste no una rebeca sino una chaqueta del propio Pedro Almodóvar «de las que se ponía siempre, de toda la vida».

«Quise quedármela pero no pude. Yo soy un poco así, cleptómana chic. Necesito quedarme con objetos que me recuerdan cosas, soy muy fetichista. Es una cleptomanía justificada», señaló entre risas.

En el estudio de montaje está una de sus próximas películas, «Toc, toc», un proyecto coral en el que también está Paco León, otro director que como Almodóvar «empatiza con la gente».

Preguntada si cree que León es digno sucesor del universo femenino almodovariano, prefiere no hacer comparaciones porque el director de «Carmina o revienta» y «Kiki, el amor se hace» cuenta «con su propio universo, su propia manera de contar las cosas, y es de otra generación».

También ha rodado «Madame», de la escritora francesa Amanda Sthers, con Harvey Keitel y Toni Collette, en la que interpreta «una especie de cenicienta moderna».

«Iba a ser una obra de teatro en francés y luego fue una película y en inglés. Es muy divertida pero también tiene una crítica social de trasfondo», explicó.

Veterana también en el cine y el teatro francés, De Palma ha vuelto a Madrid tras dos temporadas de tres años cada una en París.

Explicó que a su entender «Madrid es el extrarradio parisino» y que las únicas fronteras en las que cree «son las gastronómicas». EFE (I)

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