Fernando Trueba: «La Revolución dejó a Cuba anclada en el tiempo»

MADRID, 30/11/2016.- El director de cine Fernando Trueba ha señalado hoy en una entrevista con Efe que no tiene interés en "desenmascarar" a quienes le atacan en Twitter para perjudicar la taquilla de "La reina de España" porque "son una minoría que no se representan ni a sí mismos", aunque quizá sí tenga "un cierto cuidado" al hablar. EFE/Angel Díaz

El cineasta Fernando Trueba, que se quedó a las puertas de ganar su segundo Óscar con su película de animación «Chico y Rita» (2010) ambientada en la Cuba de los años 40, cree que la isla fue «un tiempo por delante de la metrópoli, pero luego la Revolución la dejó anclada en el tiempo».

El director y guionista de «Belle epoque», Óscar a la mejor película de habla no inglesa en 1994, habla con Efe sobre Cuba y Fidel Castro en una entrevista realizada en Madrid, pocos días después de la muerte del líder cubano.

«No he querido seguir demasiado el proceso cubano tras la muerte de Fidel Castro, por la avalancha de informaciones que generan sus funerales; no necesito leer nada sobre Castro, yo ya sé quién es Fidel Castro», dice a Efe.

«Sé que encabezó una revolución que todo el mundo apoyaba al principio, desde los partidos, hasta la iglesia católica -a la que traicionó, por cierto, de una manera casi inmediata-. Pero después privó a la gente de su país de libertad durante un periodo impresionantemente largo», apunta.

En su opinión, está «claro que hizo algunas cosas buenas», entre ellas, extender la alfabetización o generalizar la sanidad pública, pero recuerda Trueba que «eso que ya funcionaba muy bien antes de que llegase Castro».

«A nosotros, desde luego, nos llevaba la delantera en aquellos años anteriores al cambio; era la colonia que había adelantado a la metrópoli. Pero luego, la Revolución la dejó anclada en el tiempo».

El realizador, amante de la cultura cubana, pero sobre todo, de su música, puede presumir de mantener una amistad de años con algunos de los más destacados intelectuales de la isla, desde los fallecidos Guillermo Cabrera Infante, Tito Puente o Bebo Valdés, a quien dedicó «Chico y Rita», a Paquito D’Rivera y Horacio el Negro.

«Chico y Rita», con dibujos de Javier Mariscal, recrea la vida y la música cubanas de los años 40 y 50 a través de la historia de amor entre la cantante Rita LaBelle y el pianista cubano, que cuando Trueba hizo la película tenía 92 años.

Para entonces, Fernando Trueba ya había producido varios discos sobre música cubana en la serie llamada «Música para los amigos», y había rodado previamente los documentales «Calle 54» (2000) y «El milagro de Candeal» (2004); y también fue profesor de la prestigiosa Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, en La Habana.

«Las conquistas que haya podido tener la sociedad cubana, que también las ha tenido -concede el director de «Two Much»-, no justifican la ausencia de libertad ni de las libertades más elementales, como la de movimiento, que Fidel mantuvo casi sesenta años».

Hoy, añade, «lo único que espero es que Cuba evolucione hacia una democracia y que no se pierdan las cosas buenas, porque tienen muchas».

«Cuba, antes de sus políticos, dictadores de izquierda y de derechas, siempre ha tenido es una sociedad civil potentísima, y la tenía ya de antes de Fidel; unos increíbles abogados, arquitectos, escritores, poetas, y de músicos, ¡para qué vamos a hablar!», enfatiza.

Sobre las dificultades añadidas a la Cuba del futuro que podría sumar la próxima presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, Trueba discrepa con disgusto de «toda esta gente que, como Trump, lo que quiere es hacer muros y vallas y hacernos pelear unos con otros».

«Un gran escritor rumano que vive exiliado en Nueva York dijo que la llegada de Trump al poder solo se explicaba por el triunfo de la imbecilidad, pero claro -añade divertido el cineasta español-, el derecho a la imbecilidad es un derecho humano».

En su opinión, «no le podemos negar a nadie el derecho a ser imbécil; es una paradoja, pero este intelectual rumano tiene razón, y lo peor -concluye-: es contagioso». EFE (I)

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