Argentina: sin certezas a dos años de muerte de Nisman

Una persona sostiene una foto del exfiscal Alberto Nisman durante un acto por el segundo aniversario de su muerte en Buenos Aires, Argentina, el miércoles 18 de enero de 2017. Nisman fue hallado muerto en el baño de su departamento hoy hace dos años con una bala en la cabeza horas antes de que fuera al Congreso para detallar acusaciones que involucraban a la entonces presidenta Cristina Fernández y altos funcionarios de su administración para encubrir a los iraníes acusados de un atentado terrorista en 1994 contra la comunidad judía que dejó 85 muertos. (AP Foto/Víctor R. Caivano)

BUENOS AIRES (AP) — Argentina cambió tras la misteriosa muerte del fiscal federal Alberto Nisman hace dos años.

Y pese a la magnitud del suceso, la justicia aún no determina si el investigador del mayor atentado terrorista en la historia del país se suicidó o si fue asesinado.

Al cumplirse este miércoles el segundo aniversario de su deceso, familia, amigos y colegas de Nisman volvieron exigir el esclarecimiento del caso durante un acto en Plaza de Mayo de Buenos Aires. Desde ahí cuestionaron la labor de la justicia y apuntaron al gobierno de la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) por la muerte del fiscal.

Nisman fue hallado muerto con un disparo en la cabeza el 18 de enero de 2015, cuatro días después de denunciar a Fernández, a su canciller Héctor Timerman y a otros allegados al gobierno por encubrir a los iraníes acusados del atentado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que causó 85 muertos y Nisman investigaba. Un día después, el fiscal debía presentarse en el Congreso para fundamentar la denuncia.

Iara y Kala, las hijas de Nisman, encendieron dos velas para dar inicio al acto justo frente a las oficinas donde trabajaba su padre.

«En un día como hoy, hace dos años, la Argentina recibía una noticia que la conmocionó y que, una vez más, puso a nuestro país en las primeras planas de los diarios del mundo», recordó Luis Czyzewski, padre de una víctima del atentado a la AMIA. «Un fiscal de la Nación, que investigaba el crimen colectivo más grande de nuestra historia, apareció muerto con un disparo en la cabeza…Desde ese día y hasta hoy, la justicia todavía no dio su veredicto de cómo murió, aunque la sociedad argentina y todos los que lo conocimos coincidimos en sentir que no se suicidó».

La muerte de Nisman sacudió a la opinión pública argentina justo en el inicio de un año electoral que definiría si el kirchnerismo continuaría a la cabeza del país tras 12 años en el poder. El opositor Mauricio Macri finalmente ganó las elecciones en segunda vuelta de noviembre.

«La muerte de Nisman estaba directamente relacionada con su trabajo como funcionario federal, lo que pasado en limpio significa que murió por denunciar a Cristina Elisabet Fernández», expresó el fiscal Germán Moldes, tras lo cual se escucharon silbidos contra la exmandataria entre el millar de asistentes.

La expresidenta ha negado su vinculación a la muerte del fiscal y la denuncia en su contra por encubrimiento. Asimismo, consideró que ambos hechos se vinculan a una purga dentro de los servicios de inteligencia que ella impulsó a fines de 2014.

La investigación del caso Nisman tuvo un recorrido sinuoso, que incluyó el cambio de fiscal y juez. Caratulada como «muerte dudosa», la justicia ni siquiera ha determinado el día exacto de su muerte: sábado 17 o domingo 18 de enero.

Los familiares de Nisman sostienen que fue asesinado y sospechan del perito informático Diego Lagomarsino, quien le entregó al fiscal el arma con la cual se produjo el disparo. Éste declaró ante la justicia que lo hizo a pedido del fiscal porque temía por la seguridad de sus dos hijas.

También apuntaron contra exfuncionarios del gobierno de Fernández y miembros del Poder Judicial por empantanar la investigación. De hecho, hay en marcha una causa contra la exfiscal Viviana Fein, la primera que tuvo a su cargo el caso, y el exministro de Seguridad, Sergio Berni, por presuntas irregularidades cometidas en la escena del hecho.

«No venimos a esta plaza histórica a construir un héroe. Venimos a reclamar la verdad y a limpiar su memoria. No venimos a poner al fiscal Alberto Nisman sobre un pedestal, pero sí a elevarlo por sobre el barro en el quisieron hundirlo. No somos fanáticos ciegos que venimos a exigir una verdad que se acomode a nuestras creencias, sino a saber qué pasó realmente», afirmó el escritor y psicólogo Federico Andahazi.

En septiembre de 2016, la Suprema Corte de Justicia dispuso que el caso fuera investigado por el fuero federal. El juez Julián Ercolini convocó a una junta interdisciplinaria integrada por peritos de distintas fuerzas de seguridad y otros expertos que en abril estarían en condiciones de elevar un informe concluyente sobre la muerte del fiscal.

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