El Gobierno alemán espera que el PIB (Producto Interior Bruto) del país crezca este año un 1,4 por ciento tras haber tenido un aumento del 1,9 por ciento en 2016, según el informe económico anual aprobado hoy por el Consejo de Ministros.
La baja en el índice de crecimiento con respecto al año anterior fue explicada por el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, como un efecto de que en 2017 habrá menos días laborables.
El informe registra además un aumento del empleo en el año anterior. El número de personas con trabajo se incrementó en 1,5 millones hasta alcanzar los 43,5 millones y el índice de desempleo, con un 6,1 por ciento, tuvo el nivel más bajo desde la reunificación alemana en 1989.
Desde 2013, cuando comenzó la legislatura, los salarios netos han registrado un aumento promedio del 1,5 por ciento anual.
Gabriel destacó que la introducción de un salario mínimo interprofesional ha mejorado los ingresos de cerca de 4 millones de trabajadores.
El ministro advirtió de que, pese al buen desarrollo de la economía, es necesario renovar los esfuerzos para hacer frente a una serie de cambios tecnológicos ante los que, dijo, «no podemos pensar sólo en ahorrar».
«Sólo tendremos perspectivas de futuro con un pacto de inversiones amplio y valiente», propuso Gabriel.
Por ello, en el presupuesto de 2017 se contempla un aumento de un tercio en las inversiones, que deberán alcanzar los 36.100 millones de euros.
El Gobierno también espera que haya un aumento moderado de las inversiones privadas, que pueden verse frenadas por la incertidumbre que existe en el panorama internacional.
«El comercio internacional puede verse frenado por corrientes proteccionistas. Eso enturbia las perspectivas de las exportaciones y, con ello, la disposición a invertir de las empresas», dice el informe. EFE