Miami (EE.UU.), 30 ene (EFE).- El candidato presidencial ecuatoriano Dalo Bucaram se mostró hoy convencido de que ganará las elecciones del 19 de febrero con el apoyo de los menores de 40 años y podrá «colocar a Ecuador en el siglo XXI» y librarlo de la «corrupción» que, a su juicio, representa Rafael Correa.
En una entrevista con Efe en Miami, donde ha hecho un alto en la campaña electoral, «Dalo» Bucaram, hijo del expresidente Abdalá Bucaram y candidato por Fuerza Ecuador (FE), señaló que no está preocupado por las encuestas, que lo sitúan en cuarto o quinto puesto a menos de un mes de que se abran las urnas.
Y pone como ejemplos a su propio padre, exiliado en Panamá, y a su tío, Jaime Roldós, a los que los sondeos casi ni los consideraban y ganaron la Presidencia, el primero en 1996 y el segundo en 1979.
Este abogado, exlegislador y exfutbolista profesional de 34 años está seguro de que el 19 de febrero el pueblo ecuatoriano apostará por el cambio después de diez años de un gobierno «sin valores».
La fortaleza de FE está en la juventud, señala su candidato, quien compite con otros siete aspirantes a la Presidencia de Ecuador, incluido el oficialista Lenin Moreno, quien, según los sondeos, no tiene suficiente apoyo electoral para imponerse a los demás el 19 de febrero, por lo que será necesaria una segunda ronda.
El hecho de que Correa no haya hecho nada por perpetuarse en el poder no tiene que ver, a su juicio, con unos acendrados principios democráticos, sino a que «se sabe impopular».
«Habría perdido largo (por mucho)», si hubiese optado a otra reelección, señala Bucaram, quien rechaza la etiqueta de «populista» que algunos le han colgado y se define como socialdemócrata.
«Populista es quien promete lo que no puede cumplir», afirma.
Entre sus prioridades están impulsar los sectores económicos que han sido «abandonados», especialmente la agricultura, y estrechar relaciones con países que pueden beneficiar económicamente a Ecuador y de los que Correa, con su «palabrería», se distanció, entre los que mencionó a Estados Unidos e Israel.
«Sabemos que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defiende un modelo cerrado en el comercio, pero vamos a hacer todos los esfuerzos para fortalecer los lazos económicos«, subraya.
Otro de sus planes es poner al fundador de Wikileaks, Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, en manos de la justicia internacional, dice.
Pero sobre todo el candidato de FE quiere meter a Ecuador en el siglo XXI, porque, a su juicio, las «mafias» que han dominado en los último años su país y otros de América Latina los han condenado a permanecer en el siglo pasado.
«Ecuador sigue estancado en el siglo XX, con una economía dependiente del petróleo y los impuestos. Más de un 50 % del presupuesto se financia con los impuestos. Eso es una barbaridad«, subraya.
Y agrega que la pasada bonanza económica derivada de los altos precios del petróleo no se usó en la lucha contra la pobreza. «Es un crimen» que solo el 38 % de los ecuatorianos tenga un trabajo estable, como señalan datos oficiales, considera.
Como apoyo para su proyecto espera contar con ecuatorianos de toda clase, pero cree que su fortaleza está entre los de 16 a 40 años, que representan del 45 al 47 % de la población y están «hartos» de la política tradicional.
Si llega a la Presidencia, promete enfrentar la crisis económica con un gobierno «estable, planificado y digital» e «ideas innovadoras», además de poner a dieta a un «estado obeso y con una excesiva burocracia», apoyar a la iniciativa privada y recuperar la seguridad jurídica para atraer a los inversionistas extranjeros.
También quiere ayudar a los ecuatorianos que emigraron a volver si así lo desean, pero en condiciones que les beneficien y no «engañados«, como dice que ha hecho el Gobierno de Correa.
Del candidato oficialista, el exvicepresidente Lenin Moreno, opina que mantendrá un modelo que a su juicio puede llevar a Ecuador al mismo desastre económico que sufre Venezuela.
A la candidata socialcristiana Cynthia Viteri la considera una representante de la oligarquía y al centroderechista Guillermo Lasso un colocado por Correa, porque si ganase, haría una «oposición blandengue», señala.
De cara a una segunda vuelta, Bucaram se muestra dispuesto a hacer pactos con otras fuerzas pero no por «debajo de la mesa», sino pactos que se expongan públicamente y ante los medios.
De Correa dice que «ha acabado haciendo todo lo que odiaba«, que es el «chaleco protector de un Gobierno corrupto» y que es «tan incapaz» como el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aunque con una mejor imagen, pues ha dedicado mucho dinero a ser considerado «un gran estadista».
Sobre las elecciones del 19 de febrero señaló que hay que estar «atento» pues el Gobierno «lo controla todo» y pidió a los veedores internacionales que estén presentes y alertas. EFE
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