MADRID (AP) — El sorprendente Alavés se acercó a un triunfo de su mayor logro en casi 16 años, luego de rescatar un empate sin goles ante Celta de Vigo el jueves, en el partido de ida de las semifinales en la Copa del Rey.
Si el pequeño club vasco se impone la próxima semana en casa, anclará en la final de un certamen de relevancia, algo que no consigue desde 2001, cuando sucumbió ante Liverpool en el duelo por el título dentro de la Copa de la UEFA.
«Hemos hecho un gran trabajo. La sensación es que podemos hacerlo en casa», manifestó el técnico argentino del Alavés, Mauricio Pellegrino. «En el primer tiempo tuvimos nuestras salidas y posibilidades pero no hemos podido convertir».
La presente campaña ha marcado el retorno del conjunto albiazul a la primera división, tras una permanencia de 10 años en categorías inferiores, incluyendo cuatro temporadas en tercera.
Los «Babazorros» jamás han llegado a la final en la Copa del Rey.
El que salga airoso de la serie, que se definirá el miércoles, enfrentará al ganador de la otra semifinal entre el Barcelona y Atlético de Madrid. El Barsa, bicampeón defensor del certamen, ganó el miércoles 2-1 en el primer encuentro.
Celta y Alavés generaron poco peligro en los arcos, en un partido disputado bajo la lluvia en el estadio Balaídos.
El conjunto gallego tuvo las mejores oportunidades en el segundo tiempo, cuando remates de Iago Aspas y Pablo Hernández se estrellaron en los postes.
Por su parte, el portero del Celta, Sergio Álvarez, atajó un disparo a quemarropa de Manu García.
«No me disgusta el resultado, aunque me hubiese gustado más ganar», comentó el entrenador argentino Eduardo Berizzo. «Hicimos situaciones para que así fuera, pero dimos varios palos».
Tampoco el Celta ha ganado la Copa, aunque ha sido subcampeón en cuatro ocasiones. (D).