Washington, 24 feb (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, acusó hoy al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de ser incapaz de detener las filtraciones de información clasificada a la prensa, algo que, a su juicio, puede tener «un efecto devastador» para el país.
«El FBI es totalmente incapaz de detener a los ‘filtradores’ de seguridad nacional que se han infiltrado en nuestro gobierno desde hace mucho tiempo«, denunció Trump en su cuenta personal de Twitter.
Según el presidente, el FBI ni siquiera puede encontrar a los que filtran información desde dentro de la propia agencia.
«La información clasificada que se está dando a los medios puede tener un efecto devastador en Estados Unidos«, sostuvo Trump en otro tuit al urgir a localizar de inmediato a los responsables de la divulgación de ese tipo de material.
Las críticas de Trump al FBI se producen a raíz de que se conociera que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intentó este mes sin éxito que esa agencia desacreditara públicamente informaciones de prensa sobre supuestos contactos con Rusia de la campaña electoral de Trump, según informaron este jueves la cadena CNN y otros medios estadounidenses.
La petición de Priebus estuvo relacionada con una información publicada por el diario The New York Times, según la cual varios asesores de la campaña presidencial de Trump mantuvieron «reiterados contactos» con agentes de la inteligencia rusa durante el año previo a las elecciones presidenciales del pasado noviembre en EE.UU.
No obstante, un alto funcionario precisó hoy a los periodistas bajo anonimato que la solicitud de Priebus se produjo después de que el subdirector del FBI, Andrew McCabe, le dijo que esa historia del New York Times era falsa.
Mientras, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, criticó abiertamente a los medios, particularmente a CNN, por la información de la petición de Priebus al FBI y les acusó de haber hecho una cobertura «indefendible» e «imprecisa» del tema.
Esa solicitud de la Casa Blanca al FBI viola normas gubernamentales emitidas en 2007 y 2009 que prohíben ese tipo de contactos en relación con investigaciones pendientes, según denunció el congresista demócrata John Conyers.
La semana pasada, Trump declaró la guerra a las filtraciones a la prensa de información sobre su Gobierno que se han multiplicado desde su investidura el pasado 20 de enero, al asegurar que ha encargado una investigación de esos actos «criminales» y que los responsables pagarán «un gran precio».
Entre las filtraciones que más han irritado a Trump está la que reveló que Michael Flynn, su exasesor de seguridad nacional, había conversado con Rusia sobre las sanciones impuestas a ese país y mentido al respecto al vicepresidente Mike Pence, algo que motivó la renuncia de ese funcionario. EFE
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