“La miseria y la bajeza siempre son derrotadas”. Con esa frase, el vicepresidente con licencia y candidato del oficialismo al mismo cargo, Jorge Glas, pronostica el resultado de la segunda vuelta.
En una entrevista conducida por Luisa Delgadillo para el canal de televisión RTS, el candidato rechazó las afirmaciones sobre irregularidades en su gestión y anunció que esta será la última campaña política en la que participe. “Después de esto, me retiro de la política y regreso a ser ingeniero”, dijo.
Glas recibió a la comunicadora en su departamento, en Quito, y durante una hora se defendió de las aseveraciones en su contra; especialmente, las señaladas por el binomio Guillermo Lasso-Andrés Páez, quienes lo responsabilizan, en el campo político, de los casos de corrupción en los sectores estratégicos que estaban a su cargo (Petroecuador y Odebrecht, por ejemplo).
Explicó que cuando llegó al Gobierno, en el 2007, su patrimonio era de $ 90 mil y que ahora es de alrededor de $ 205 mil.
Su salario, dijo, es de $ 6 mil y el de su esposa, Cinthia Díaz, en una empresa privada, de $ 4 mil. Aseguró que no tiene “ni un tornillo” en el exterior y que compró un departamento en Esmeraldas con un préstamo de $ 25 mil, pedido por su esposa en el Banco Guayaquil.
Indicó que el saldo de las cuentas de la familia (una en el Banco del Pacífico y cuatro en el Guayaquil) era de $ 8.092.
El candidato aprovechó ese espacio para pasar fotos de su mujer e hijos menores de edad. Incluso, los dos niños, de 14 y 8 años, salieron en cámara defendiendo a su padre. (I)