Los rebeldes no participarán en la próxima ronda de conversaciones de paz sobre Siria en Astaná, cuya celebración está prevista para mañana y el miércoles, dijo hoy a Efe el portavoz de la facción opositora Suqur al Sham (Halcones del Levante), Maamún Hach Musa.
«Hemos tomado esta decisión todas las facciones. Ni el régimen ni Rusia han cumplido ninguno de los puntos que presentamos y que acordamos para seguir adelante con las negociaciones», lamentó Musa, en una conversación telefónica, sin ofrecer más precisiones.
Advirtió, además, de que no se implicarán en ningún tipo de diálogo, incluido el de Ginebra, previsto para el próximo 23 de marzo, a menos que el Gobierno sirio y Rusia cambien su actitud.
Los insurgentes habían pedido una serie de condiciones antes de aceptar su participación en la tercera ronda del diálogo de paz en la capital de Kazajistán, como el cumplimiento completo del alto el fuego en las zonas bajo el control de la oposición.
El portavoz del Frente Sureño del Ejército Libre Sirio (ELS), Esam al Rayes, que formó parte de la delegación opositora en rondas anteriores, señaló ayer a Efe por teléfono que por el momento su grupo no iba a participar, a menos que se cumplan varios requisitos.
Al Rayes destacó que las principales razones de las reticencias de las facciones para asistir a la cita en Astaná eran el «incumplimiento de la tregua en Guta (afueras de Damasco) por parte del régimen y la continuación de la violencia en Al Waer», el único barrio con presencia insurgente de la urbe central de Homs.
El pasado 7 de marzo, Moscú informó del establecimiento de una tregua hasta el próximo 20 de marzo en Guta oriental, el principal bastión rebelde de las afueras de Damasco.
Precisamente hoy, medios de comunicación oficiales sirios y activistas anunciaron que se ha alcanzado un acuerdo entre los rebeldes y las autoridades, con mediación rusa, para facilitar la evacuación de los combatientes y los civiles que lo deseen en Al Waer, tras un mes en el que han aumentado los ataques en la zona
Dicho barrio es el único que queda en manos opositoras en Homs, aunque en diciembre de 2016 se produjo una evacuación de más de 700 personas, entre combatientes y civiles, tras un pacto entre los rebeldes locales y las autoridades.
Desde entonces, ha habido varios intentos negociadores para completar la evacuación, que nunca han acabado con éxito. EFE