Eimear McBride: «Es más fácil escribir sobre la muerte que sobre el amor»

vol1brooklyn.com

Funchal (Portugal), (EFE).- La escritora irlandesa Eimear McBride asegura que escribir sobre la muerte es más fácil que hacerlo sobre el amor porque «el dolor es más limpio», una lección que ha aprendido con su última novela, «The Lesser Bohemians».

La autora, que participa hoy en la jornada de clausura del Festival Literario de Madeira (FLM), explica a Efe la evolución que ha experimentado desde su gran éxito «A Girl Is a Half-formed Thing» (2013), hasta «The Lesser Bohemians», publicada el pasado septiembre.

De contar la historia de una chica con un hermano moribundo a la tormentosa relación de una estudiante de 18 años con un hombre dos décadas mayor que ella; pasar de la muerte al amor ha sido un reto, confiesa en una entrevista a Efe en Funchal, capital del archipiélago portugués de Madeira.

«En cierta forma es más fácil escribir sobre el dolor porque es más limpio», reflexiona la autora, inmersa ahora en la secuela sobre esta pareja, que será al final una trilogía.

McBride quiso abordar una historia que, admite, se apoya en el cliché de chica joven-hombre maduro para «ir más allá del estereotipo» y «explorar la humanidad de la situación».

Así, se propuso acompañar a la protagonista, una chica irlandesa que llega a Londres a estudiar en 1994, durante su primer año académico, en el que mantiene una relación de sexo casual con un hombre veinte años mayor que ella que, poco a poco, va desvelando un pasado turbulento.

«Quería ver cómo pasa de ser una niña a una mujer y cómo adquiere conciencia sobre sí misma, y entonces el poder en la relación cambia», apunta la autora.

Las primeras críticas a su trabajo alaban que haya sabido adaptar su estilo «experimental» y, como ella misma reconoce, marcado por un «lenguaje roto», pero también la descripción que realiza de las abundantes escenas sexuales, un trabajo que le supuso mucha presión.

«Mucho del vocabulario sobre sexo es un cliché y también es increíblemente masculino, así que quise crear un lenguaje diferente para hablar de sexo», puntualiza.

Su técnica se apoya en describir las sensaciones y no las acciones, algo que considera más cercano a la pornografía, en tanto que ella busca que el sexo «fuera parte del desarrollo de los personajes» porque ellos construyen su conexión «a través del cuerpo».

Tras zambullirse en este asunto apunta que «el sexo en occidente es muy antimujeres» porque «las historias nunca son sobre mujeres o lo que mueve a las mujeres, es siempre sobre mujeres siendo convertidas en objetos o mujeres que están ahí para dar gratificación al hombre».

McBride deja claro que ha querido huir de los clichés, no solo con el planteamiento de la historia, sino también con su final, que cree que sería diferente si se hiciera en Hollywood, pero más cercano a la realidad.

«La gente toma decisiones locas en la vida real, especialmente cuando el amor está involucrado», declara. EFE

cdb/acm

Más relacionadas