Papa urge a los colombianos a dejar atrás la guerra con las FARC

El papa Francisco y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dialogan antes de una reunión privada en el palacio presidencial en Bogotá, el jueves 7 de septiembre de 2017. (AP Foto/Fernando Vergara)

BOGOTÁ (AP) — El papa Francisco urgió el jueves a los colombianos converger en una misma ruta para enfrentar los desafíos de la paz en una nación desgarrada por décadas de conflicto armado, al tiempo que pidió a los líderes del país impulsar “leyes justas” para resolver la pobreza que condujo a la guerra más prolongada de Latinoamérica.

Instó, igualmente, a los jóvenes y a la Iglesia católica a inmiscuirse en los esfuerzos de reconciliación en una nación sudamericana con gran fervor católico pero polarizada en relación con la paz alcanzada con las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

“Es mucho el tiempo pasado en el odio y la venganza… La soledad de estar siempre enfrentados ya se cuenta por décadas y huele a cien años”, dijo el pontífice argentino de 80 años aludiendo a la obra cumbre del fallecido Nobel colombiano. “No queremos que cualquier tipo de violencia restrinja o anule ni una vida más”.

Formuló esos señalamientos en un discurso al visitar temprano al presidente Juan Manuel Santos, al arrancar el primer día completo de actividades de su gira por cuatro ciudades en Colombia, que se extiende hasta el domingo.

Santos, uno de los artífices del fin del conflicto al pactar la paz con las FARC el año pasado, aceptó en un discurso previo las palabras de Francisco el llamado del papa a los colombianos a «dar el primer paso» y dejar atrás el resentimiento de décadas de violencia armada.

Sin embargo, el mandatario reconoció que aún queda mucho por hacer para que los colombianos superen las amargas divisiones creadas por un acuerdo de paz que los opositores conservadores consideran demasiado generoso.

“Miles de vidas han sido salvadas, miles de víctimas se han evitado, pero nos falta dar ese paso renovador, ese primer paso que es el más importante de todos: el paso hacia la reconciliación. De nada vale silenciar los fusiles, si seguimos armados en nuestros corazones”, sostuvo Santos.

Esta fue la primera actividad del papa antes de comenzar un recorrido por la histórica Plaza Bolivar, en el centro de la capital, donde se topó con una multitud, mayormente de jóvenes, a los que bendijo y pidió que liderasen los esfuerzos por sanar las heridas del antiguo conflicto.

“¡Cuánto los necesita Colombia para ponerse en los zapatos de aquellos que muchas generaciones anteriores no han podido o no han sabido hacerlo o no atinaron con el modo adecuado para lograr comprender!”, dijo a la multitud desde el balcón del Palacio Cardenalicio de Bogotá el papa, que se notaba alegre y repetía que los jóvenes son los aptos para hacer “líos”.

El papa siguió la tónica de sus mensajes al encontrarse al mediodía con 130 obispos colombianos a quienes pidió que a través de la palabra ayuden a sanar los rencores y el odio. En la palabra “tienen la autonomía para inquietar, allí tienen la posibilidad de sostener un cambio de ruta”, dijo el papa, quien más tarde se reunía con el comité directivo del Consejo Episcopal Latinoamericano y oficiaba su primera misa multitudinaria en un parque público de la capital.

Algunos expertos destacan tempranamente que el papa haya apelado a los obispos para ser agentes dinámicos en la causa de la reconciliación. “El otro tema sobresaliente fue el énfasis en la justicia con ‘leyes justas’ como la única manera de lograr una reconciliación duradera porque las grandes desigualdades socioeconómicas del país y de América Latina causan violencia”, expuso a The Associated Press Andrew Chesnut, profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University.

Esta visita tiene un alto contenido emocional y cumple una promesa que hizo Francisco a negociadores del gobierno y las FARC cuando visitó Cuba en 2015, en coincidencia con el prolongado diálogo entre las partes en esa en la isla caribeña.

Entonces pidió a ambas partes que no dejaran pasar una oportunidad histórica para la paz. Pero ahora que el acuerdo está firmado, las armas silenciadas y 7.000 rebeldes están regresando a la vida civil, los colombianos enfrentan un reto más complicado: unirse y erradicar las disparidades sociales.

“No olvidemos que la inequidad es la raíz de los males sociales”, refirió Francisco.

Santos, ganador del Premio Nobel de la Paz el año pasado, dio las gracias al pontífice argentino por presionar a los negociadores durante un momento complicado en el proceso de cuatro años y se mostró esperanzado en que la visita papal inspire a los colombianos a dar el siguiente paso y dejar atrás definitivamente la violencia que causó 220.000 muertos y siete millones de desplazados.

Francisco tuvo presente el tema de la reconciliación desde su llegada a Bogotá el miércoles por la tarde, cuando recibió el fervoroso saludo de miles de personas que se apostaron a lo largo de la ruta por donde pasó en su papamóvil desde la terminal aeroportuaria a la Nunciatura.

Una vez en la Nunciatura el papa ofreció su primer discurso ante un grupo de jóvenes de barrios marginales y rescatados de problemas de violencia y drogas, a quienes pidió que no se dejen robar la “alegría y la esperanza”.

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Por JUAN ZAMORANO y CÉSAR GARCÍA, Associated Press. Los periodistas de The Associated Press Nicole Winfield y Josh Goodman contribuyeron en este despacho.

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